Ray Stevenson sabe convencer con sus acrobacias. Cuando las cámaras están rodando, el actor británico de 1.93 m de estatura no se contiene para nada. “Me disloqué el hombro cuando me caí de un caballo en Rome (2005-2007)”, relata.
“Me rompí dos dedos en King Arthur (2004) cuando le pegué a un doble que llevaba un yelmo de bronce en la escena.
Era una escena de lucha y yo lo golpeé en el yelmo. Me desgarré el menisco cuando iba corriendo en Los tres mosqueteros (2011)”, agrega Stevenson.
Intrépido
En Big Game (Gran juego), el actor tampoco se trató con delicadeza. “Tuve que ir colgado de un helicóptero”, expresa con cierto dejo de alegría, “aunque a mi doble le tocó la mejor toma, pues pudo hacerlo a más de 600 metros de altura”. Stevenson también saltó de un aeroplano ... o al menos hizo como que saltaba. “Tenía que saltar de espaldas al vacío”, explica. “La máquina de viento estaba funcionando y lo único que yo tenía que hacer era no permitir que me rebotaran los pies a fin de que no salieran a cuadro. Caí como metro y medio. Mi dignidad y mi orgullo salieron más lastimados que mi cuerpo”.
Su papel
En Big Game, Stevenson interpreta a un elegante y canoso agente del Servicio Secreto que cuida al presidente de Estados Unidos (Samuel L. Jackson). Cuando el avión presidencial es derribado en los confines de Finlandia por un grupo de estadounidenses rebeldes, los sobrevivientes deberán confiar en la habilidad de un chico finlandés de trece años que los encuentra. “Cuando abrí el libreto, pensé ‘¿qué diablos es esto?’”, admite Stevenson, hablando por teléfono desde su casa en Ibiza, isla frente a las costas de España. “Pero no pude dejar de leerlo. Se puso muy irónico, como diciendo: ‘No me tomes muy en serio, pero disfruta el paseo’”.
Los villanos consideran que asesinar al Presidente es el “máximo acto de patriotismo,” revela Stevenson. “Se quieren deshacer de alguien que, para ellos, está socavando al país reduciendo los gastos de las fuerzas armadas”, dice. “Piensan que no es un líder fuerte, por lo que desean hacerle lugar a alguien más y beneficiar al país”. Su destino.
La película, que se rodó en Finlandia, le recordó al actor las cintas de aventuras que solía ver cuando era chico en el norte de Inglaterra. Segundo hijo de un piloto de la Real Fuerza Aérea, Stevenson pasaba los sábados en la tarde en el cine con sus hermanos. Él pensaba en ser actor, pero no sabía cómo hacerlo, por ello fue a una escuela de arte. “Me sentaba ante la hoja de papel en blanco y literalmente me imaginaba caminando por un mundo que todavía no había creado”, recuerda.
“Eso no es muy diferente de rodar películas”. Su carrera como diseñador de interiores estaba floreciendo cuando un encuentro fortuito con un actor en un bar lo llevó a la Escuela de Teatro Old Vic de Bristol; tenía 27 años de edad. Stevenson trabajó continuamente en los siguientes 30 años, sin embargo, no causó ningún impacto hasta que hizo Rome. Esa exitosa serie lo presenta como Titus Pullo, soldado que gozaba del vino, las mujeres y la comida mientras se encontraba en el centro de importantes acontecimientos históricos. Fue una temporada muy estresante para el actor, pues estaba en el proceso de divorciarse de su primera esposa, la también actriz Ruth Gemmell.
“Me estaban pasando muchas cosas en la vida en ese tiempo”, recuerda Stevenson. “Yo estaba pasando por mi divorcio. No fue enconado pero sí muy triste. Nuestro matrimonio ya había dado todo lo que podía. No tardé en darme cuenta de que más me valía que esta profesión significara más, que valiera algo. Era lo único que tenía básicamente. Me enseñó a no estorbarme a mí mismo”, agrega. “Aprendí a no concentrarme en la carrera de otros actores para calibrar cómo me está yendo a mí”.
| Ray Stevenson es muy versátil en su papeles. Arriba: en una misteriosa escena de Big Game. Abajo: el actor en su osado personaje Tito Pullo en Rome.
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Desde que terminó Rome hace ocho años, Stevenson se ha dedicado sobre todo a películas de acción como Punisher: War zone (2008), Thor (2011) y su continuación Thor: The dark world (2013). Interpretó a Marcus Eaton en Divergent (2014) y en Insurgent (2015), y regresará en Allegiant, actualmente en rodaje.
También pasó una temporada en Dexter (2012). En septiembre, Stevenson aparecerá en la cinta de suspenso The transporter refueled, un reinicio de la película The transporter (2002), de Jason Statham. “Yo interpreto al papá del transportador”, revela.
“Soy como un rollizo James Bond que se queda en la cocina con su delantal mientras su hijo sale a salvar al mundo. “Hacerla fue de lo más divertido”, agrega el actor. “Por supuesto que yo resuelvo la situación, aunque es el hijo el que se queda con la gloria. No se acaba tan fácilmente con un viejo espía”. El otro proyecto de Stevenson es la serie Black Sails, de Starz.
Él acaba de regresar de Sudáfrica, donde estuvo dos meses rodando la tercera temporada, la que se trasmitirá el próximo año. En esta, él interpreta al pirata Edward Teach, más conocido como Barbanegra. “Yo aproveché la oportunidad sin pensarlo”, afirma. “Barbanegra medía 1.93 y eso era allá en 1715. Probablemente era como Keith Richards de los Rolling Stones. Él tenía una presencia imponente”, agregó.
Alejado de la fama
La carrera de Stevenson en Hollywood ha sido un asunto de larga distancia. Él y su familia han estado radicados en Ibiza durante gran parte de su relación. “A veces me pregunto cuál es el precio de no vivir en Los Ángeles”, admite Stevenson. “Me gusta vivir aquí porque a nadie le importa un pepino lo que hago. No les importa si tengo cinco dólares o cincuenta millones en el banco. Todo se reduce a quién soy yo. Aquí no se pueden llevar máscaras, y eso es refrescante.
“Y el sistema educativo es maravilloso”, agrega. “Mi hijo de siete años habla cuatro idiomas”. Y agrega que no extraña Londres ni Los Ángeles. “Vivir en una ciudad nos puede elevar, hacernos sentir que somos superiores o más grandes de lo que somos en realidad”, observa. “Pero también nos puede quebrar y hacer que nos sintamos disminuidos. No obstante, Stevenson piensa pasar varias semanas en Los Ángeles este año. “No voy a buscar ninguna película en particular, sino más bien a sacar la cabeza”, explica.
“Se trata de mantener cierta presencia y ponerme al corriente con la gente. “Si viviera ahí, gran parte de mi tiempo seguramente la desperdiciaría yendo a eventos y tratando de adivinar el negocio, no a explorar la vida”, continúa.
“Prefiero mantenerme discreto. Nunca he querido convertirme en una celebridad. Pero, al menos en lo que se refiere a sus hijos, el actor sí es célebre: tiene dos figuras de acción, una como Volstagg de Thor y la otra como Firefly de G.I Joe: Retaliation.
Algunas están en su armario; otras, en la caja de los juguetes. “Si alguna vez se me suben los humos a la cabeza, puedo decir: ‘¿Quieren ver mis figuras de acción? ¡Oye, no tienen cabeza!,’”, señala Stevenson. “Mis hijos les quitaron la cabeza y les pusieron cabeza de Lego”, finalizó.
 En la carrera de Stevenson destacan seis Telefilmes, 18 películas para el cine, 16 series y tres obras de teatro.
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Ciudad: Lisburn, Irlanda del Norte, Reino Unido
Profesión: Actor británico de cine y televisión
Nacido en Lisburn, se trasladó con su familia a Lemington, Newcastle-Tyne (Inglaterra) en 1972, y más tarde a Cramlington (Northumberland). Reside actualmente en Ibiza, España.
En 1997 se casó con la actriz Ruth Gemmell, sin embargo, la pareja se divorció en 2005. Después, Ray comenzó a salir con la antropóloga italiana Elisabetta Caraccia, a quien conoció mientras filmaba la serie Roma. Juntos tienen dos hijos: Sebastiano Derek (7) y Leonardo George (4).
