Los Ángeles, Estados Unidos
Daenerys Targaryen, Khaleesi, personaje que Emilia Clarke interpreta en “Game of Thrones” (“Juego de tronos”), se ha convertido en toda una bandera del feminismo, demostrando una vez más que las chicas pueden estar en el poder.
Muchas quieren ser como la mujer de cabellos platinados que dirige un colosal ejército, es liberadora de esclavos y madre de tres dragones. Y muchos padres, por supuesto, quieren que sus hijas sean como ella, así que llamar a una bebé “Khaleesi” ya no es algo exótico, de acuerdo con la Administración de Seguridad Social estadounidense.
“Es algo muy loco que bauticen a las niñas así (como su personaje). ¿Cómo le dices de cariño a una bebé que se llama Khaleesi? ¿Khal?”, bromea Clarke, en entrevista. “Sí veo mi personaje como un ícono del feminismo. Es un personaje increíblemente fuerte, una chica que lucha contra todo. Creo que rehúsa disculparse por lo que hace.
Cuando eres alguien que ha sufrido y has luchado tanto y te sobrepones y tienes victorias, eso es admirable e inspirador”.
De mesera a reina
Nacida en Londres hace 28 años, el sendero que esta ojiazul de sonrisa fácil ha caminado se parece en algo al de Daenerys en la serie de HBO, una chica que fue casi mendiga toda su vida, vendida como esclava y acaba siendo reina.
La actriz estudió arte dramático, pero tuvo que ganar dinero como mesera y laborando en un catering hasta que decidió atender un casting para el que es uno de los personajes más queridos del universo creado por el escritor George R.R. Martin.
Hoy, puede presumir de una nominación al Emmy como actriz de soporte y varios reconocimientos, quizás más banales, como aparecer en listas de las famosas más sensuales o deseables en AskMen o Maxim.
“Soy una persona distinta gracias a Game of Thrones (“Juego de tronos”). ¡Antes trabajaba en un catering! Hay una gran diferencia”, admite la chica que, según reportes, cobra más de 300 mil dólares por episodio.
Personas diferentes
El 12 de abril se estrenó la quinta temporada de la superproducción, ambientada en una época medieval, sobre fantasía, sexo, guerra y ajedrez político.
Como el sexo es parte primordial del mundo de Game of Thrones, en varias ocasiones ha tenido que aparecer desnuda en pantalla. Clarke explica que no tiene inconveniente en quitarse la ropa cuando la historia lo justifica y que el único pudor que siente no es frente a las cámaras, sino cuando se ve en la televisión. “Para interpretar a mi personaje no hago ningún entrenamiento o ejercicio, pero luego me doy cuenta de cómo me veo en la televisión y pienso: ‘Oh, debería ir más al gimnasio’”, dice antes de carcajearse. En la vida real, Clarke no se le parece mucho a Daenerys, salvo en alguno que otro defecto.
“Daenerys puede ser muy perra a veces. ¡Como yo!”, bromea la actriz, quien canta, toca la guitarra, la flauta y el piano. Gracias a que ella tiene el cabello castaño, muy diferente al de la joven Targaryen, asegura que, durante los rodajes en Croacia o Marruecos es usual que no la reconozcan por las calles, cosa que agradece para no perder su privacidad. “Cuando estamos en rodaje y salgo a caminar con Natalie (Dormer, quien interpreta a Margaery Tyrell), la gente se acerca y me dice: ‘Oye, ¿nos puedes sacar una foto?’ Y yo: ‘¡claro!’”. Para transformarse en Daenerys durante la grabación de la serie, cada mañana debe estar dos horas a disposición de expertas que la maquillan y le colocan su peluca platino. En ese tiempo, comenta, suele relajarse escuchando música, pero también estudia sus líneas o lee novelas, como El Jilguero, de Donna Tartt, que le fascinó. “Se ve genial (lucir como Daenerys), pero no me gustaría ser rubia. Me gusta poder ser física y emocionalmente distinta a los personajes que interpreto”.
Más allá del trono
Clarke sabe que el sueño de Game of Thrones acabará inevitablemente, así que para no hacer demasiado duro el momento en que deba desprenderse de Daenerys, se ha adentrado en la industria del cine.
En su breve filmografía ya presume de “Dom Hemingway”, al lado de Jude Law y Demian Bichir, con un papel secundario, y Terminator Genisys, remake próximo a estrenarse de la legendaria franquicia, interpretando a Sarah Connor (Linda Hamilton en las cintas originales).
“Daenerys es un personaje increíble, una niña que se convierte en mujer en la pantalla, ves su lucha por convertirse en esta reina guerrera cuando aún es muy sensible”, expresa.
“Cuando conoces a Sarah Connor, ella ya patea traseros, es completamente dura. En la película ves cómo necesita encontrar esta sensibilidad dentro de sí para hacerse más fuerte. Es genial interpretar estos dos seres tan distintos”.
Así como las casas nobles en Game of Thrones tienen lemas que los describen, Clarke dice que tiene una filosofía que la define.
“Soy fan de no arrepentirme de nada. Aprendes más de cuando fallas que de cuando triunfas”.
