Nueva York, Estados Unidos.
Hace 25 años que murió, escondida en el anonimato que había escogido durante casi medio siglo, pero aún hoy la “Divina” Greta Garbo sigue siendo una de las más bellas figuras de Hollywood.
El 15 de abril de 1990 falleció en Nueva York, a los 84 años, Greta Lovisa Gustafsson, la “esfinge sueca” que se retiró del mundo del cine con apenas 36 años, cuando era la actriz mejor pagada de Hollywood, para huir de una vida pública que, según muchos, siempre aborreció.
“Intentó ser una figura misteriosa”, dijo el responsable del departamento de cine del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), Charles Silver, sobre la personalidad evasiva, hermética y distante de una mujer que se ganó el sobrenombre de “la que nunca se ríe”.
“Quiero estar sola” fue la explicación que dio a su confinamiento en un apartamento de Nueva York, donde vivió durante décadas, paseando por las calles de Manhattan con unas grandes gafas de sol y su melena canosa, hasta que murió en un hospital.
Hace 25 años que murió, escondida en el anonimato que había escogido durante casi medio siglo, pero aún hoy la “Divina” Greta Garbo sigue siendo una de las más bellas figuras de Hollywood.
El 15 de abril de 1990 falleció en Nueva York, a los 84 años, Greta Lovisa Gustafsson, la “esfinge sueca” que se retiró del mundo del cine con apenas 36 años, cuando era la actriz mejor pagada de Hollywood, para huir de una vida pública que, según muchos, siempre aborreció.
“Intentó ser una figura misteriosa”, dijo el responsable del departamento de cine del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), Charles Silver, sobre la personalidad evasiva, hermética y distante de una mujer que se ganó el sobrenombre de “la que nunca se ríe”.
“Quiero estar sola” fue la explicación que dio a su confinamiento en un apartamento de Nueva York, donde vivió durante décadas, paseando por las calles de Manhattan con unas grandes gafas de sol y su melena canosa, hasta que murió en un hospital.