Los Ángeles, Estados Unidos.
Han pasado más de 25 años desde que Kenneth Branagh dirigió su primera película, Henry V (1989), y se convirtió en estrella internacional, al parecer, de la noche a la mañana.
Cuando se le recuerda ese dato durante una entrevista telefónica, él parece sorprendido. “Es bastante extraordinario pensar en todo el tiempo que ha pasado”, comenta Branagh.
“Siento como si cada una de mis experiencias como realizador hubiera ocurrido hace dos minutos. Quisiera pensar que ahora soy un cineasta con más confianza y experiencia”, continúa.
“Y me gusta pensar que he aprendido de mis experiencias. Me gusta pensar que sé un poco más cómo disfrutar el proceso de filmación, que a veces puede ser tan apremiante que puede pasar como en un borrón.
Estas tres últimas películas han sido particularmente fascinantes para mí, desde Thor (2011) hasta Jack Ryan: Shadow Recruit (2014) y ahora Cinderella”, continúa. “No hubiera estado preparado para hacer ese tipo de películas hace 25 años, pero pude aportar la acumulación de mis experiencias a algo como Cinderella”.
El cuento. Cinderella representa la versión seria, emocional y directa de Branagh del clásico cuento de la Cenicienta. Lily James, de Downton Abbey la protagoniza como la siempre esperanzada pero también despreciada Cenicienta, cuyo inevitable romance con el príncipe azul (Richard Madden) casi se descarrila por las maquinaciones de la cruel lady Tremaine (Cate Blanchett) y sus dos hijas, épicamente desagradables, Anastasia (Holliday Grainger) y Drizella (Sophie McShera).
Por fortuna, los ratones generados por computadora y el Hada Madrina de Cenicienta, interpretada por la expareja de Branagh, Helena Bonham-Carter, logran que Cenicienta llegue a tiempo al baile.
Sorprende
Que Disney haya designado a Branagh para dirigir Cinderella no es tan sorprendente como que Branagh haya aceptado. Haciendo a un lado la película del súper héroe de Marvel, Thor, él es más conocido por sus adaptaciones de Shakespeare, como Much Ado about Nothing (1993) y As you like it (2006), y por películas oscuras como Frankenstein (1994) y Sleuth (2007).
La jovial Cinderella no estaba en su línea. “Yo mismo me sorprendí que me interesara”, admite Branagh, “pero lo acepté. Es bueno hacer un trabajo en el que las sorpresas pueden ser algo bueno. Me hace sentir que puedo ser más creativo, estar más estimulado y dispuesto a pensar de otra manera sobre cosas con las que puedo estar familiarizado.
Mientras más lo pensaba, más cuenta me daba de que Cinderella probablemente tenía muchas cosas en común con temas de mis trabajos que apenas recientemente he empezado a comprender mejor, ahora que he acumulado algo de eso.
Perfecta
Han pasado más de 25 años desde que Kenneth Branagh dirigió su primera película, Henry V (1989), y se convirtió en estrella internacional, al parecer, de la noche a la mañana.
Cuando se le recuerda ese dato durante una entrevista telefónica, él parece sorprendido. “Es bastante extraordinario pensar en todo el tiempo que ha pasado”, comenta Branagh.
“Siento como si cada una de mis experiencias como realizador hubiera ocurrido hace dos minutos. Quisiera pensar que ahora soy un cineasta con más confianza y experiencia”, continúa.
“Y me gusta pensar que he aprendido de mis experiencias. Me gusta pensar que sé un poco más cómo disfrutar el proceso de filmación, que a veces puede ser tan apremiante que puede pasar como en un borrón.
Estas tres últimas películas han sido particularmente fascinantes para mí, desde Thor (2011) hasta Jack Ryan: Shadow Recruit (2014) y ahora Cinderella”, continúa. “No hubiera estado preparado para hacer ese tipo de películas hace 25 años, pero pude aportar la acumulación de mis experiencias a algo como Cinderella”.
El cuento. Cinderella representa la versión seria, emocional y directa de Branagh del clásico cuento de la Cenicienta. Lily James, de Downton Abbey la protagoniza como la siempre esperanzada pero también despreciada Cenicienta, cuyo inevitable romance con el príncipe azul (Richard Madden) casi se descarrila por las maquinaciones de la cruel lady Tremaine (Cate Blanchett) y sus dos hijas, épicamente desagradables, Anastasia (Holliday Grainger) y Drizella (Sophie McShera).
Por fortuna, los ratones generados por computadora y el Hada Madrina de Cenicienta, interpretada por la expareja de Branagh, Helena Bonham-Carter, logran que Cenicienta llegue a tiempo al baile.
 La actriz inglesa Lily James interpretó el papel de Lady Rose MacClare en el drama de época Downton Abbey. Este año se verá en el cine caracterizando a la bella y delicada Cenicienta en la película que lleva el mismo nombre.
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Que Disney haya designado a Branagh para dirigir Cinderella no es tan sorprendente como que Branagh haya aceptado. Haciendo a un lado la película del súper héroe de Marvel, Thor, él es más conocido por sus adaptaciones de Shakespeare, como Much Ado about Nothing (1993) y As you like it (2006), y por películas oscuras como Frankenstein (1994) y Sleuth (2007).
La jovial Cinderella no estaba en su línea. “Yo mismo me sorprendí que me interesara”, admite Branagh, “pero lo acepté. Es bueno hacer un trabajo en el que las sorpresas pueden ser algo bueno. Me hace sentir que puedo ser más creativo, estar más estimulado y dispuesto a pensar de otra manera sobre cosas con las que puedo estar familiarizado.
Mientras más lo pensaba, más cuenta me daba de que Cinderella probablemente tenía muchas cosas en común con temas de mis trabajos que apenas recientemente he empezado a comprender mejor, ahora que he acumulado algo de eso.
Perfecta
Branagh piensa que el eterno atractivo de la historia es que la gente se identifica de inmediato con Cenicienta. Lectores y espectadores se identifican con ella y se imaginan ser ella. Ella tiene que vérselas con la muerte de su madre y después con la de su padre. Y luego tiene que soportar la ignorancia y la crueldad de Lady Tremaine, Anastasia y Drizella. “Creo que mucha gente siente las dificultades de ir por la vida, en forma grande o pequeña, a veces de manera dramática,” señala Branagh.
“Y la historia de una perdedora, alguien que lleva una existencia llamada ‘normal’ y que tiene que vérselas con la adversidad, superarla y triunfar sobre ella, creo que es profundamente atractiva”. Cualquier adaptación de la Cenicienta a la pantalla grande no será mejor que la actriz que interprete el papel titular.
Branagh parece embelesado por su protagonista, Lily James. “Lily es alguien que llegó al recinto aparentemente feliz consigo misma,” relata. “Y esa felicidad, esa tranquilidad mental, esa genialidad y generosidad de espíritu que brillaba en ella, era algo que necesitábamos en el centro de nuestra Cinderella, donde estábamos tratando de hacerle sentir al público que lo que somos en un momento determinado, nuestra actitud en una situación dada, cualesquiera que puedan ser las dificultades, eso es lo que va a determinar si somos felices o no”, agregó.
“Lily parecía tener esa capacidad de estar en ese preciso momento, de ser muy talentosa como actriz pero además tenía esa cálida afabilidad, ese sentido del humor que significaba que íbamos a estar de su lado al instante,” continúa Branagh. “Y aunque ella se tomó el papel muy en serio, Lily no se toma muy en serio a sí misma”.
Artista
Más allá de Cinderella, Branagh tiene gran variedad de proyectos en camino. En el otoño estará en las tablas londinenses en una serie de obras, entre ellas The Winter’s Tale de Shakespeare, como parte de una residencia de actuación y dirección en el Teatro Garrick.
Y también terminó los tres episodios de la cuarta temporada de Wallender, serie de la televisión británica en la que él interpreta al personaje titular, un detective sueco hastiado del mundo.
La serie está basada en las populares novelas de Henning Mankell y el episodio final, The troubled man, está basado en la última de la serie, publicada en 2009. “Terminamos los dos primeros en Suecia y ahora le estoy hablando de Sudáfrica, donde estamos rodando el Wallender final”, precisa.
“Creo que vamos a cerrar con broche de oro. Estamos en Ciudad del Cabo, una ciudad gloriosamente pintoresca y hermosa, y ya rodamos en muchos de los sitios más espectaculares. Wallender, como Henning Mankell, llega a este otro país y acaba mirando a Suecia de un modo muy diferente”, explica.
“Pero, por supuesto, no puede evitar verse envuelto en un grave y violento crimen que ocurre, por así decirlo, mientras él está aquí de guardia. Así que pienso que la serie trata de cubrir nuevos terrenos aun cuando está finalizando. Siempre fue una aventura y fue hermoso ser parte de ella”, concluye Branagh.
