A pesar de ser una de las leyendas de la industria discográfica a nivel internacional, Julio Iglesias (70) no es precisamente una estrella difícil de satisfacer en lo que respecta a su lista de exigencias antes de subirse a un escenario.
A diferencia de muchos de sus compañeros de profesión, el cantante español no necesita un camerino decorado de una manera específica o cientos de ramos de una extraña flor para dar alas a su talento artístico.
De hecho, Julio se ha conformado con que los organizadores del concierto que ofrecerá el próximo 26 de septiembre en el auditorio Citibank Hall de Río de Janeiro pongan a su disposición dos bicicletas con las que disfrutar de idílicos paseos nocturnos, además de facilitarle el acceso al jardín botánico de la ciudad durante su tiempo libre, según informa la revista brasileña Época.
Eso sí, como buen aficionado al marisco, el artista también se ha interesado por conseguir una lista de los mejores restaurantes de la capital para saborear las exquisiteces de la cocina autóctona durante su fugaz visita.