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Madonna: 'Mis dedos están cruzados para un Óscar”

  • 03 diciembre 2011 /

La cantante Madonna habla de la nueva película que dirige “W.E” .

    Diva entre las divas, Madonna, sobrevivió al éxito de la música de diferentes generaciones.

    El paso por el cine también dejó sus huellas. Y ahora se abre otro camino, buscando otro estilo de éxito en un puesto donde cuesta imaginarla.

    Ella es la directora de la película “W.E”, sobre el Rey de Inglaterra que no fue Rey. En ese sentido, la Reina del pop conoce en primera persona el trato de la realeza y habiendo estado casada con otros directores de cine como Sean Penn y Guy Richie, se entiende que quiera abrir la misma puerta, aunque por esta vez, no sea ella la que aparece delante de las cámaras.


    ¿La presión del estreno de una película es igual que el lanzamiento de un cd?

    Por supuesto, porque es algo nuevo. Es la misma presión que tenía cuando recién empecé en el mundo de la música, estaba nerviosa, no sabía lo que podía esperar y la gente tampoco sabía lo que podía esperar de mí. Tuve que ganarme un lugar en el mundo para que me tomen en serio y ahora sé muy bien qué tengo que hacer lo mismo en el mundo del cine.

    ¿Estando acostumbrada a estar delante de las cámaras, sintió la diferencia al ser la jefa del estudio de cine?

    No me sentí como la jefa, simplemente me vi como alguien que quería contar una historia, una persona que estaba en el estudio para colaborar con un grupo de gente muy talentosa, que me ayudó a contar mi historia.

    ¿Qué es lo que más le gustó de la dirección, más allá del rodaje de la película?

    Uno de los rituales más importantes era ayudar que terminaran de vestir a los actores. Me encantaba ponerles los últimos toques, sentía cierta intimidad, antes de empezar el rodaje cada día. Ponerles collares o brazaletes, arreglarles el pelo y la ropa, era la mejor excusa de conectarme con ellos.

    ¿Es cierto que detrás de cámaras también inventaba canciones para poner al equipo más cómodo?

    Ah, sí, cantábamos todos juntos. No era ningún truco, solo queríamos pasarla bien. Cuando afuera llovía y nos quedábamos atrapados adentro del estudio sin poder salir, para esperar que saliera el sol, no podíamos hacer otra cosa que inventar canciones.

    En Bay City, Michigan, Madonna Louise Verónica Ciccone, nació el 16 de agosto de 1958. Y mucho antes que la música o el cine, el baile había sido su gran pasión, cuando en la década del 70, decidió mudarse a Nueva York, para estudiar danzas con el coreógrafo Alvin Ailey.

    Recién después se le ocurrió combinar el baile con música pop, con una banda llamada “Breakfast club”. Y para cuando empezó la siguiente década del ‘80, Madonna ya se había convertido en la Reina del Pop. En cine, también había pasado por dos películas para adolescentes “A certain sacrifice” y “Vision Quest”, antes del clásico “Desperately Seeking Susan”.

    Era la época en que se había casado con Sean Penn (16 de agosto de 1985) y juntos incluso aparecieron en la siguiente película “Shangái Surprise”, aunque ella tuvo mejor éxito con “Who’s that girl”. El divorcio con Penn se firmó el 14 de septiembre de 1989 y ella hasta le puso música, con la canción “Till death do us part” del álbum “Like a prayer”.

    Siguiendo con el cine, Madonna también había empezado con el rodaje de otra película “Dick Tracy” y otro romance con el protagonista Warren Beatty, que incluso se vio en el documental “Truth or Dare”. Para cuando ya había terminado aquel noviazgo, Madonna siguió con el cine de “A league of their own”, “Body of evidence” y el musical de “Evita”. Se embarazó de su hija Lourdes, con el actor latino Carlos León. Con la maternidad ocupando el primer plano, Madonna dejó el cine por un tiempo y después del casamiento con el director Guy Ritchie (22 diciembre, 2000), juntos volvieron a un estudio de cine con la película “Swept Away”.

    Esa fue también la última vez que protagonizó una película. Casualmente, el mismo año 2008 que se divorció de Guy Ritchie, Madonna se atrevió a dirigir su primera película, la comedia “Filth and Wisdom” que apenas recaudó un poco más de 300 mil dólares, aunque aquella dirección, solo parecía un primer ensayo. Con la nueva película, en cambio, consiguió un mayor presupuesto y mejor calidad.


    ¿El collar de diamantes que lleva puesto con las letras WE lo mandó a hacer especialmente?

    Fue un regalo de cumpleaños que me hizo el elenco.

    Una de las actrices lleva un collar parecido en la película, con una sola letra W y a veces, las actrices hasta tienen un parecido con usted ¿Fue intencional?

    ¿De verdad? Nunca se me ocurrió que se vieran parecidas a mi. Primero que todo el color de mi pelo no es negro. No soy morocha. (Ríe) Te juro que no.

    ¿Cuál diría que es el verdadero mensaje de la película “W.E”?

    Creo que tiene que ver con el amor y el coraje de tomar ciertas decisiones difíciles, que en cierta forma es algo que tenemos en común. Mujeres y hombres. Pero el mejor mensaje supongo que al final, tiene que ver con que la felicidad está en tus propias manos y estamos al mando de nuestro propio destino. Aunque nos hayan dado una mano de cartas determinadas, desde el día que nacemos, podemos cambiar nuestro destino.

    ¿Le importa lo que opinan los críticos que pueden cambiar el destino de su película?

    Me importa, cuando las críticas son justas. Puedo darme cuenta si la gente va a ver mi película para criticarla o para criticarme a mi personalmente. Le doy la bienvenida al criticismo, cuando se ve desde un perfil artístico y no por lo que mencionan sobre mi vida personal o lo que hago en otros ámbitos, porque es completamente irrelevante para la película. Si hablan exclusivamente de cine, les presto atención.

    Desde el lado del Óscar, Madonna continúa en cierta forma la historia que había dejado Colin Firth con el final de “El discurso del rey”. Y como describe la película “W.E”, esta vez se ocupan del “romance más importante del siglo” cuando el Príncipe de Gales abdicó al trono de la corona británica, para irse a vivir con una mujer casada: Wallis Simpson. La diferencia es que esta vez, la película juega con la más moderna historia paralela con otra mujer obsesionada con aquel romance, desde una diferente perspectiva histórica.

    “Siempre se vio el lado del Príncipe y como dejó el trono por ella”, comenta en la película la protagonista, al explicar porque quiere leer la colección privada de cartas que los históricos enamorados habían intercambiado en la realidad. “Nunca se supo lo que abandonó ella, cuando se enamoró de él”. Y esa, es la historia que Madonna quiere contar, como guionista, productora y directora de la película “W.E”.


    ¿Cómo se le ocurrió la idea de dirigir una película sobre el romance entre el Príncipe de Gales y Wallis Simpson, en paralelo con la historia de otra mujer moderna? ¿La obsesión de esa nueva mujer tiene que ver con usted?

    A mi siempre me fascinó la historia de Wallis Simpson y el Rey Eduardo VIII decisión de abdicar al trono por la mujer que amaba. Quise investigar la historia, tratando de entender que tenía esta mujer para que un hombre pudiera hacer semejante sacrificio.

    Pero tampoco estaba interesada en mostrar una biografía directa. Por eso crea una historia moderna actual, con el personaje de Wally Winthrop, que pudiera mostrar su punto de vista para contar la película. Así fue como se me ocurrió crear los dos lados de la historia.


    ¿Personalmente le intriga el estilo de vida que tiene la realeza?

    Seguro. Y yo quise expresar el mundo lujoso en que vive la familia real de Inglaterra, el mundo en que vivió Walls Simpson. Era increíble como a ella le importaba tanto las habitaciones donde estaba, desde la luz o las flores y sus vestidos. Y después agregué otro aspecto, con objetos de remate que utilizamos para ir y volver en el tiempo, para destacar bien los detalles también.

    ¿Y qué otra idea marcó la diferencia como directora?

    Muchas de las películas que me inspiran son las que tienen una cámara constantemente en movimiento. Es lo que más me gusta, en vez de las tomas fijas. Me encanta la magia que se crea, el lirismo, la danza que se torna con una película donde la cámara se mueve y sigue a los actores. Es como una criatura viviente que necesita coreografías. Esa es solo una de las millones de ideas que tuve.

    ¿Entre todas las canciones, cómo fue que agregó un rock de Sex Pistols en medio de un baile del Twist de Wallis Simpson? ¿Johnny Rotten lo sabe?

    Por supuesto lo sabe, tuve que pagarle (Ríe). La idea se me ocurrió porque pensé que el Rey Eduardo VIII era bastante punk rock.

    Lo vi demasiado rebelde, con sus puntos de vista sobre la vida o la forma de manejar el imperio.

    Y pensé que “Sex Pistols” era el perfecto matrimonio entre la monarquía y la época, en el ámbito en que estaban, tomando cocteles mientras miraban una película de Chaplin.

    ¿Teniendo en cuenta que la película se estrena en Estados Unidos en diciembre, justo antes de los votos para el Óscar... tiene esperanzas que la nominen?

    Mis piernas, igual que mis dedos... ya están cruzados.

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