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Eugenio Siller listo para una nueva etapa

  • 12 diciembre 2011 /

El actor se despide de su imagen de niño en “Una maid en Manhattan”.

    Mientras algunos evitan la adultez, Eugenio Siller la recibe con brazos abiertos. En la telenovela “Una maid en Manhattan” de Telemundo, Siller se aleja de los papeles juveniles para convertirse en el empresario Cristóbal Parker Salas.

    Las audiencias tendrán que despedirse de la carita de ángel que conocieron en “Rebelde” y en “Al diablo con los guapos” de Televisa. En esta adaptación de la película hollywoodense, Siller puede demostrar el carácter y conocimiento que ha recogido a través de los años.

    En una entrevista para la revista People en Español destaca que crecer es sinónimo de más trabajo, cosa que no amedrenta al joven. Es un adicto al trabajo y ¿cómo no serlo si estelariza junto a la actriz Litzy una novela que, a pesar de ser comedia, maneja temas vigentes de la realidad hispana en un país extraño?


    ¿Cómo maneja la cantidad de trabajo que tiene?

    La verdad es que soy un workaholic (adicto al trabajo). Estoy muy contento con “Una maid en Manhattan”, del estreno, del número de televidentes, del apoyo que hemos tenido de la gente. Supercontento. La verdad es que la historia está bien escrita. Sabemos que le damos al público algo que conoce, pero de una forma distinta y original.
    La historia es una comedia, pero también tiene elementos vigentes como el tráfico de drogas en México. ¿Qué piensa de esta producción que trae temas de esta naturaleza?

    Eso me gustó de esta telenovela. A pesar de ser una historia rosa, de la cenicienta, tiene temas con los que vamos a crecer muchísimo todos. Trata sobre inmigración y asuntos que nos tocan a todos los mexicanos. Creo que es una buena estrategia en que estamos tocando algo comercial, la típica telenovela rosa, pero con una cenicienta diferente, una mujer mexicana fuerte que vive todo lo que vivimos en México, el narcotráfico, que tiene que ir a otro país y manejar otra cultura, idioma, leyes. Es madre soltera. Habla de todo lo que sufren los inmigrantes.


    A medida que nos acercamos a las elecciones en Estados Unidos, la inmigración estará presente en la mente de los hispanos. ¿Espera que las producciones de telenovelas se acerquen a la vida real y toquen estos aspectos importantes?

    Creo que sí, pero tiene que haber un balance. De repente no todos queremos ver la crudeza de la vida real; para eso tienes los noticieros. A veces es bueno hacer telenovelas como esta, pues nos enseñan algo… Sí me gusta que hagan telenovelas más realistas.

    ¿Cómo se preparó para el papel?

    Es la primera vez que hago un papel de alguien maduro. Siempre hacía personajes juveniles y me gusta que la gente me vea más maduro y crecido como actor. Mi preparación fue juntarme con los directores, ensayar y entender la psicología del personaje.


    ¿Cómo es la química con Litzy?

    Lindísima; no tienes idea. Es muy sencilla. Como decimos en México es muy “alivianada”. Estoy feliz con ella. Creo que el papel le queda perfecto, como anillo al dedo. En dos meses nos hemos hecho buenos amigos; se nota mucho en pantalla y creo que es importante.
    Muchas personas pensarán que, como la novela está basada en una película, saben lo que va a ocurrir. Sabemos que va a tener altas y bajas. ¿Alguna sorpresa que nos pueda adelantar?

    Te puedo decir que la película se cuenta en dos o tres capítulos en la telenovela, que es lo que se está contando en estos días. La audiencia vio el antes, cuando estaban en México y por qué llegan a Nueva York, pero lo que te puedo adelantar es que en estos capítulos los personajes no terminan juntos, vienen muchos desamores y muchas villanías de los antagonistas que nos van a separar por las ideas estúpidas de diferencias sociales y económicas. Se van a divertir muchísimo.