Como una de las nuevas estrellas de Hollywood, Rachel McAdams demuestra que tiene un buen lugar en el cine, con la simpática sonrisa de Meg Ryan y la calidez de Sandra Bullock... en miniatura.
Para los que tienen buena memoria, solo falta recordar los primeros grandes pasos que dio con Lindsay Lohan en “Mean girls” y al lado de Ryan Gosling en “The notebook”. También tuvo su cuota de superproducciones como el gran amor de Robert Downey Jr. en las dos películas de “Sherlock Holmes”. Y en plena temporada del óscar tampoco está tan lejos de los premios teniendo en cuenta su personaje de Inez en la película “Midnight in Paris”, donde nominaron a Woody Allen. ¿Qué sería de ella si borráramos de nuestra memoria los últimos cinco años de su vida? De eso justamente se trata la nueva película “The vow”, con la historia de una mujer que no puede recordar nada de los últimos años, incluyendo el marido, que tiene que volver a conquistarla, como si fuera la primera vez que la conoce.
¿Qué aprendiste en Hollywood en estos últimos años?
Aprendí que no puedo controlar mis resultados. En cine, mucho más que en cualquier otra obra artística, se trabaja en equipo. Hay toda una maquinaria detrás y hay demasiados engranajes que se agregan al final. Supongo que aprendí a apoyarme en otras personas, sin buscar ningún control, disfrutando el proceso del cine. Ya no pienso en lo que puede pasar después. Simplemente doy un paso atrás y disfruto. Ahora, siento menos responsabilidad.
¿Y si desaparecieran los últimos cinco años de tu vida como plantea la película “The vow”?
Si desaparecieran los últimos cinco años de mi vida, supongo que ahora estaría filmando la película “Mean girls”. Han sido cinco años muy buenos, los disfruté bastante.
En la película “The notebook” habías perdido la memoria y con “The vow”, también. ¿Es mucho más fácil tener mejor memoria en la realidad? Con mi hermana siempre hablamos lo buenas que somos para no olvidar la ropa que nos pusimos en cierto momento.
¿Cuál es el mejor momento que recuerdas fuera del cine, cuando todavía no eras famosa?
Cuando tenía 22 años estuve en Australia. Fue el primer viaje que hice sola, sin planes. No sabía ni cómo reservar un pasaje y encontré unos baratos. Bueno, tampoco eran baratos porque, en ese entonces, para mí eran carísimos. Tenía una escala de quince horas en Hong Kong y cuando les conté a mis amigos, extrañadísimos, me preguntaban si realmente quería hacer algo así.Pero me parecía estupendo. Literalmente volé a Australia y paré las quince horas en Hong Kong, me lo recorrí todo con las botas de escalar que me dejaron ampollas. Pasé por el distrito financiero, me subí en el ‘ferry’, dos veces, fui al jardín botánico. Almorcé, cené. Me encantó el solo hecho de estar afuera, en el mundo.
¿Los primeros recuerdos sobre la actuación?
Con la actuación, los mejores recuerdos tienen que ver con mi primer trabajo. Me tocó interpretar un hada en “Midsummer night’s dream”. Tenía doce años. Tuvimos que actuar frente a toda la familia, amigos, padres, en un anfiteatro griego. Era un lugar mágico. Nunca me voy a olvidar cuando me desperté como hada, mientras el sol salía entre los árboles delante de toda mi familia y mis amigos. Me sentí en el paraíso, quería seguir haciendo lo mismo, el resto de mi vida. Realmente, nunca voy a poder olvidar ese momento. Todavía me acuerdo la música que estaban tocando, tenía encima la misma toalla que usaba para nadar, con mi capa y mis alas.
¿Y la primera escena de amor o el primer beso que tuviste como actriz?
Mi primer beso en cámara fue maravilloso. Estaba filmando en Italia la película “My name is Tanino” y tenía que besar a alguien en una playa de Sicilia. Era la primera película que hacía, justo cuando recién había terminado mis clases de teatro.
¿Resultó fácil o los nervios influyeron en los resultados?
No estaba tan nerviosa. Fue bastante dulce y directo.
Rachel McAdams nació en Ontario, Canadá, el 17 de noviembre de 1978. Y desde los cuatro años empezó a llamar la atención, compitiendo en torneos de patinaje sobre hielo. Después llegó aquel personaje del hada en la obra “Midsummer night’s dream”, cuando a los doce años ya quería ser actriz profesional. Al final de la secundaria soñaba como una broma estudiar teatro en vez de una carrera universitaria. Y aunque dudó por un momento, se inscribió en las clases de drama en la Universidad York donde se graduó con honores. Enseguida después de la película “Mean girls” estuvieron a punto de contratarla para encarnar a Sue Storm en “Fantastic Four”, aunque Jessica Alba fue la elegida. Tampoco tuvo suerte cuando tomó la prueba de cámaras del musical “Mamma mia!” para el mismo personaje que protagonizó Amanda Seyfried. Pero Rachel McAdams igual se dio el lujo de rechazar otros éxitos, como “Iron Man”, en el rol que después tuvo Gwyneth Paltrow y recién con “Sherlock Holmes” aceptó trabajar con Robert Downey Jr.
¿Te molestan las comparaciones con Meg Ryan y Sandra Bullock?
Siempre es un elogio cuando me comparan con gente que admiro y respeto. Sí. Pero, por otro lado, una busca un camino propio. Es un arma de doble filo, pero también es halagador escuchar comentarios así.
Sandra Bullock ganó el óscar el año pasado. ¿Sueñas con ganar el tuyo?
Soñaba con ganar el óscar cuando era más jovencita, pero ya no.
¿Por qué?
No sé la razón... supongo que al trabajar en algo, cuanto más cerca estás, toma una forma diferente. Por supuesto, sería un honor, absolutamente. Pero no puedo pensar en algo así. Tengo que ir y trabajar sin pensar en los resultados, sin pensar si mi actuación merece un premio.
¿Y te parece que Woody Allen pueda ganar esta vez con tu película “Midnight in Paris”?
Ah, esa respuesta es difícil, especialmente ahora que hay como diez películas nominadas en vez de cinco. él está nominado también como mejor guión. Y seguramente tiene buenas posibilidades. Me gustaría verlo ganar, estoy contenta porque la gente disfrutó la película. Pero también soy poco objetiva porque trabajé con Terrence Malick y también me encantó la película “The tree of life”. Así que... sin comentarios (risas).
¿Y a la hora de decidir el óscar entre Brad Pitt y George Clooney?
Los dos son geniales por diferentes razones.
¿Y a nivel personal crees que votamos por nuestro propio destino?
Después de haber hecho la película “The vow”, creo un poco más. Me parece extraño porque hablé con doctores y científicos sobre los traumas en el cerebro y dicen que cuando la memoria de una persona se borra por completo; nueve de cada diez veces siempre van a encontrar el recorrido del camino original. Naturalmente pueden gravitar atrás a lo que habían hecho antes, la gente con quien estuvieron y recuperan la misma personalidad que tenían.
La película “The vow” está basada en la historia real de una pareja de Nuevo México (Kim y Krickitt Carpenter) que pasó por un accidente en que ella perdió la memoria y él tuvo que volver a conquistarla, como si se hubieran conocido, por primera vez.
¿Qué pasaría si tu novio fuera el que no te recuerde en lo absoluto?
Supongo que haría lo mismo que en la película, seguramente. En la historia, él tiene mucha paciencia en el amor y compromiso. Demuestra fuerza humana. No sé... Es algo difícil de imaginar.
¿Podrías ser tan paciente de vivir con una persona que no le interesas, para nada?
No lo sé. Espero que sí.
Reconocida por las comedias románticas, el cine también influyó en su romanticismo personal, como cuando Rachel se puso de novia con Ryan Gosling después de haber trabajado juntos en “The notebook” (donde interpretaba una mujer que pierde la memoria, como ahora, en “The vow”). Y gracias a “Sherlock Holmes”, tuvo un romance con Josh Lucas, cuando los presentó el mismísimo Robert Downey Jr. Pero la relación más romántica comenzó con su actual pareja, Michael Sheen, en pleno París, durante el rodaje de la película “Midnight in Paris”.
¿Qué tan romántica te consideras en tu vida real? ¿Te gustan los días especiales como San Valentín?
Me considero bastante romántica. Ahora, con los regalos del Día de San Valentín, hay demasiadas presiones. Prefiero las actitudes que aparecen de la nada, no tienen que venir necesariamente el Día de los Enamorados ni en un cumpleaños. Cae mejor en medio de un mal día o cuando nadie lo espera. Me gustan los gestos donde la pareja demuestra que te conoce bien.
¿Planeas ‘la’ gran noche romántica o dejas que el hombre se ocupe de todo?
Pienso que tiene que ser igual para los dos. He tenido mis momentos.
¿Algún momento de tu vida que no te gustaría olvidar?
Hay un momento que tiene otro estilo de romanticismo familiar, cuando era jovencita. Ni siquiera había cumplido cuatro años, pero todavía me acuerdo el día que fui al hospital cuando nació mi hermana. Pasamos por un negocio y papá me dejó elegir el regalo, un muñeco para ella. Estaba tan emocionada... debe haber sido uno de los primeros recuerdos que tengo grabados en mi memoria.
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