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El príncipe Guillermo visitó a su esposa en un hospital de Londres

  • 04 diciembre 2012 /

El mundo felicita a Guillermo y Catalina por la llegada de un nuevo heredero.

    El anuncio de la llegada de un nuevo heredero del trono de Inglaterra desencadenó un aluvión de felicitaciones en todo el mundo, aunque persiste la inquietud por la salud de la esposa del príncipe Guillermo, Catalina, que permanece ingresada por fuertes vómitos.

    La hospitalización de la duquesa de Cambridge, como se la conoce oficialmente, precipitó en la tarde del lunes el comunicado oficial antes de que alcanzara las 12 semanas de embarazo generalmente consideradas prudenciales.

    Pero los británicos, que esperaban impacientes desde hacía meses, recibieron con gran alegría la noticia del próximo nacimiento del bebé que, sea niño o niña, se convertirá en el tercero en la línea de sucesión a la Corona.

    'Estoy seguro que mucha gente en todo el país celebrarán [la noticia] con ellos esta noche', dijo el primer ministro británico David Cameron, uno de los primeros en declararse 'encantado' por esa noticia 'absolutamente fantástica'.

    'Estamos esperando', publicó en portada el martes el diario The Times, involucrando a todo el país en el feliz acontecimiento. Mientras, en la otra orilla del Atlántico, el USA Today preguntaba: '¿Pueden oír el sonido de las trompetas?'.

    La Casa Blanca no tardó en felicitar a la joven pareja de 30 años, a la que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa Michelle conocieron durante una visita de Estado a Londres poco después de su fastuosa boda en la Abadía de Westminster, el 29 de abril de 2011.

    Horas más tarde se sumaron Australia, cuya primera ministra, Julia Gillard dijo que la noticia 'iba a traer alegría a mucha gente en todo el mundo', y Nueva Zelanda, entre otras ex colonias británicas.

    Más allá del fervor popular que pueda desencadenar, el nacimiento del nuevo bebé real será política e históricamente significativo debido a un acuerdo alcanzado en octubre de 2011 por los países de la Commonwealth para cambiar las reglas de sucesión y eliminar la preeminencia de los varones sobre las mujeres.

    Por tanto, en tanto que primogénito, ocupará el tercer lugar en la línea de sucesión, por detrás de su abuelo, el príncipe Carlos, y de su padre, y conservará ese rango incluso si es niña y tiene posteriormente un hermano.

    El acuerdo todavía tiene que ser aprobado por los parlamentos de los 16 países, incluido el Reino Unido, de los que Isabel II es jefa de Estado, un proceso que ahora debería acelerarse.

    Pero el anuncio del próximo nacimiento del tercer bisnieto de la reina Isabel tuvo un sabor agridulce debido a la hospitalización de Catalina, aquejada de una hiperémesis gravídica, una afección provocada por náuseas y vómitos persistentes que sufren algunas embarazadas al principio de la gestación y que se caracteriza por una deshidratación progresiva y una pérdida de peso.

    El príncipe Guillermo, que la víspera pasó la tarde junto a su esposa, regresó antes del mediodía del martes al hospital King Edward VII, ignorando a los numerosos periodistas apostados en las inmediaciones.

    Los medios anticipaban también la visita de sus padres, Carole y Michael Middleton, así como su hermana Pippa. El príncipe Enrique, hermano menor de Guillermo que tiene muy buena relación con la pareja, lleva a cabo una misión militar en Afganistán, y recibió la feliz nueva por correo electrónico.

    El palacio dijo el lunes en su comunicado que como 'el embarazo está en su fase inicial', Catalina permanecerá probablemente 'varios días' en el hospital, y luego podría requerir un 'periodo de descanso'.

    Mientras la duquesa se recupera, abundan ya en internet las especulaciones y apuestas sobre el sexo, el nombre, el peso, los padrinos o incluso la cara que podría tener el bebé, que no debería nacer antes de que acabe la primavera.

    Y otros, como el diario Daily Telegraph, que recuerda que la hiperméresis gravídica sucede a menudo cuando hay embarazos múltiples, cruza su portada con una pregunta: '¿Pueden ser gemelos para Kate?'.