A los 14 años, Naomi Watts (44) casi se ahogó en Bali durante unas vacaciones familiares, y desde entonces le tiene miedo al océano. Con esto como contexto, la actriz inglesa -aunque criada desde la adolescencia en Australia- venció un trauma personal al interpretar en el drama Lo Imposible (2012) a una sobreviviente del tsunami que azotó las costas de Tailandia en diciembre de 2004.
El haber afrontado ese temor ahora la tiene cerca del óscar a Mejor actriz; aunque antes ya estuvo nominada en la misma categoría por su papel en 21 Gramos (2003). Antes de darse a conocer las nominaciones, la página especializada en premiaciones www.goldderby.com la eligió como la candidata más fuerte para llevarse el Óscar.
“El miedo claro que vino a mí al recordar lo que pasó con mi familia en Bali al quedar atrapada en una marea y eso dio como resultado que siempre le tuviera miedo al mar y sus grande olas”, dice Watts.
“Las escenas filmadas en agua fueron difíciles. Si hubiera sido filmado todo por efectos generados por computadora mi actuación hubiera sido distinta; pero a pesar de lo difícil que fue rodar, estoy muy agradecida”, añade.
Durante las escenas hubo un momento en el que incluso corrió peligro porque la silla a la que estaba atada bajo el agua para hacerla girar se quedó atascada y no la podían apagar. Por su papel de María, la actriz también estuvo nominada al Globo de Oro y a los Critics Choice Awar: ahora es candidata para los Screen Actors Guild Awards.
Los años difíciles
La década de los 90 fue complicada para Watts por la falta de películas importantes que le dieran notoriedad; por ejemplo, actuó en el filme de terror Los niños del maíz 4: La reunión (1996).
“Estaba desesperada. Quería actuar y me pagaron cinco mil dólares por esa película y tenía la esperanza de que eso me llevara a algún lado”, reveló la actriz a la revista Rolling Stone.
Su trayectoria por fin tomó la ruta que ella quería cuando el director David Lynch la eligió para protagonizar Sueños, misterios y secretos (2001), en donde encarnó a dos personajes, Betty Elms y Diane Selwyn, donde relizó intensas escenas lésbicas. Por esta película ganó el Chicago Film Critics Association Awards como Mejor actriz y recibió muchas nominaciones. Sin embargo, el premio mayor llegó después porque ese papel la colocó en el radar de los productores y directores de Hollywood.
Mientras Sueños, misterios y secretos estaba en proceso de postproducción, Watts quería tirar la toalla, pues seguía siendo rechazada (“porque no me consideraban suficientemente bonita o conocida”).
Su vida era parecida a la del personaje del cortometraje que protagonizó, Ellie Parker (2001), que narra un día de una actriz en Los Ángeles tratando de encontrar el éxito. Después se hizo una película del mismo nombre en 2005 con ella como protagonista.
Su situación económica era tan mala que incluso se vio en aprietos para pagar la renta y se quedó sin seguro médico. Con cada nueva crisis, Watts hacía y deshacía maletas con la idea de volver a Australia, pero Kidman la apoyaba: “Ella me decía que tuviera paciencia, que una sola película cambiaría todo. Yo no entendía eso hasta que hice Sueños, misterios y secretos”, reveló en el programa de James Lipton.
Llega el reconocimiento
Después del éxito de la película de Lynch, el siguiente paso para Watts era que el público la reconociera y la cinta que le abrió las puertas del estrellato fue El Aro (2002), filme de terror que recaudó 249 millones de dólares en todo el mundo.
Si con El Aro probó a la industria que podía protagonizar una cinta y hacerla redituable, el escalón que le faltaba subir era el reconocimiento de la Academia y este llegó con 21 Gramos (2003), del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu.
Gracias a todo lo anterior, Watts pudo finalmente trabajar de manera consistente en películas de estudio como El Aro 2 (2005), King Kong (2005) y Agente internacional (2009), que son las que generan dinero a los actores. También actuó en cintas independientes y de autor como I Heart Huckabees (2004), Promesas peligrosas (2007), Juegos sádicos (2007) y Conocerás al hombre de tus sueños (2010), que son las que generan respeto y reconocimiento por parte de la crítica.
La pasión de Watts por la actuación nace desde el momento en que vio a su madre en un escenario de teatro.
“Recuerdo haberla visto y pensar ‘¡Wow, es ella pero con una vestimenta diferente y está resplandeciente, qué mágico!’ Eso me abrió la puerta a un mundo imaginario y cuando mi madre me vio desde el escenario me sentí transportada. Ahí fue cuando sabía qué era lo que quería hacer”, reveló en el programa The Actors Studio.
