La actriz Jennifer López (43) llegó el jueves al estreno del filme Parker con un espectacular vestido blanco de Kaufman Franco con transparencias estratégicamente colocadas para sugerirlo todo, incluso la ausencia de ropa interior.
La diva lució lo que mejor le queda: la combinación explosiva entre la tela y su ausencia. Eso, unido a los escotes imposibles y su mítica capacidad para resaltar su trasero, marca de la casa Jennifer López.
Una casa, por lo demás, de lo más rentable, pues ocupa el número 1 de la lista Forbes de celebridades más poderosas, por encima de Oprah Winfrey, Justin Bieber, Rihanna o Lady Gaga.
Un registro diferente
JLo está convencida de que la violencia que se ve en las películas de Hollywood no es la única causa de los tiroteos que periódicamente se producen en este país, sino que es un problema mucho más complicado.
“Ese tema es muy complejo. Hay muchos factores que se tienen que mirar en el mundo entero para arreglar un problema así tan grande”, lamentó la actriz.
La violencia está muy presente en la nueva cinta de JLo, que regresa a la gran pantalla en un registro muy diferente a lo que el público está acostumbrado a ver.
“Interpretó a Leslie, una mujer de 40 años recién divorciada, que está pasando por el peor momento de su vida” porque “el trabajo no le va bien”, explicó la propia intérprete.
“Hay mucha acción, pero con un director como Taylor Hackford se eleva un poquito con los personajes, como Leslie, Parker y el de Patti Lupone haciendo el papel de mi mamá. Tiene algo más especial que una cinta de acción”, agregó.
