Los Ángeles, Estados Unidos.
La industria del cine tiene una amplia gama de géneros y temas que, a veces, llegan a convertirse en éxitos de taquilla e impulsan la carrera de decenas de actores.
Pero aun con tanta variedad existen estrellas, como Ali Larter, que quedan encasilladas en los mismos roles y no avanzan en su arte hasta que deciden dedicarse a otra cosa.
La actriz, famosa por una serie de thrillers, parece sentirse cómoda en el hecho de entretener a un público de nicho, como son estos géneros.
La rubia de 40 años, conocida como Niki Sanders y Tracy Strauss de la serie de televisión de la cadena NBC, Héroes, tuvo sus inicios en películas para adolescentes como Varsity Blues (1999) y Drive Me Crazy (1999), pero su aparición en House on Haunted Hill (1999) fue el comienzo de una larga y recurrente racha para ella de papeles dentro del género del terror.
Éxitos
Destino Final (2000) y Destino Final 2 (2003), donde interpretó el papel de Claire Rivers, le dio reconocimiento mayor dentro del género y en el mundo en general, ya que la película se convirtió en una saga de cinco filmes más. “Creo que la razón por la que esta es una buena película es porque no tienes a la típica persona que está corriendo atrás de ti para matarte, es tu propio miedo”, manifestó la actriz en su momento sobre la primera película que se hizo en el 2000.
A pesar de que tuvo apariciones como actriz de reparto en comedias como Legalmente rubia (2001) y A Lot Like Love (2005), y papeles dramáticos como en You’re Not You (2014) a lado de Hilary Swank, papeles como el de Madison en Diabólico (2015), la siguen atando al género de terror.
Fue su papel como la heroína de videojuegos Claire Redfield en Resident Evil: Extinction y en Resident Evil: Afterlife, lo que le dio fama internacional. Tanto que en 2015 se anunció su participación como parte del elenco de la sexta y última cinta de la saga, Resident Evil: The Final Chapter. “Me emocionó regresar y volver a interpretar a Claire y mi relación con Alice, con Umbrella Corp”, concluyó Larter.
La industria del cine tiene una amplia gama de géneros y temas que, a veces, llegan a convertirse en éxitos de taquilla e impulsan la carrera de decenas de actores.
Pero aun con tanta variedad existen estrellas, como Ali Larter, que quedan encasilladas en los mismos roles y no avanzan en su arte hasta que deciden dedicarse a otra cosa.
La actriz, famosa por una serie de thrillers, parece sentirse cómoda en el hecho de entretener a un público de nicho, como son estos géneros.
La rubia de 40 años, conocida como Niki Sanders y Tracy Strauss de la serie de televisión de la cadena NBC, Héroes, tuvo sus inicios en películas para adolescentes como Varsity Blues (1999) y Drive Me Crazy (1999), pero su aparición en House on Haunted Hill (1999) fue el comienzo de una larga y recurrente racha para ella de papeles dentro del género del terror.
| AliLarter con William Levi en “Resident Evil 6”.
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Destino Final (2000) y Destino Final 2 (2003), donde interpretó el papel de Claire Rivers, le dio reconocimiento mayor dentro del género y en el mundo en general, ya que la película se convirtió en una saga de cinco filmes más. “Creo que la razón por la que esta es una buena película es porque no tienes a la típica persona que está corriendo atrás de ti para matarte, es tu propio miedo”, manifestó la actriz en su momento sobre la primera película que se hizo en el 2000.
A pesar de que tuvo apariciones como actriz de reparto en comedias como Legalmente rubia (2001) y A Lot Like Love (2005), y papeles dramáticos como en You’re Not You (2014) a lado de Hilary Swank, papeles como el de Madison en Diabólico (2015), la siguen atando al género de terror.
Fue su papel como la heroína de videojuegos Claire Redfield en Resident Evil: Extinction y en Resident Evil: Afterlife, lo que le dio fama internacional. Tanto que en 2015 se anunció su participación como parte del elenco de la sexta y última cinta de la saga, Resident Evil: The Final Chapter. “Me emocionó regresar y volver a interpretar a Claire y mi relación con Alice, con Umbrella Corp”, concluyó Larter.
