Nueva York, Estados Unidos.
Anne Hathaway está convencida de que su incesante lucha en pro de la igualdad de géneros no está reñida con el hecho de que, a diferencia de lo que marca el movimiento feminista, ella sí que depende de su esposo Adam Shulman para poder disfrutar de una vida feliz y plena.
“Mi esposo ha cambiado la forma en que me relaciono con el mundo y me ha ayudado a llevar una vida mucho más cómoda. Creo que la narrativa dominante de hoy en día es que las mujeres no necesitamos a nadie, pero yo sí necesito a mi marido. Ese amor único y tan específico que tenemos me ha cambiado por completo”, manifestó la intérprete en la nueva edición de la revista Elle.
Aunque esa importancia que otorga al vínculo que le une al joven productor, con quien se casó en 2012 y recibió tres años más tarde a su primer hijo, sea recíproca, la intérprete se encarga de cortar de raíz cualquier duda que pudiera surgir sobre su compromiso con los derechos de la mujer.
“Es que no puedo entender por qué todavía no lo hemos conseguido (alcanzar la igualdad en la remuneración de las bajas maternales). Cuando mi hijo Johnny tenía solo una semana de vida y yo lo tenía en mis brazos, me encontraba como en el noveno nivel del éxtasis. Y pensé: ‘Esto de la culpa maternal es una tontería que se han inventado’. Quiero decir, se nos anima a juzgarnos los unos a los otros en lugar de centrar nuestras energías en pedir cuentas a las instituciones y a la gente que debería estar apoyándonos y no lo hace”, aseguró.
Anne Hathaway está convencida de que su incesante lucha en pro de la igualdad de géneros no está reñida con el hecho de que, a diferencia de lo que marca el movimiento feminista, ella sí que depende de su esposo Adam Shulman para poder disfrutar de una vida feliz y plena.
“Mi esposo ha cambiado la forma en que me relaciono con el mundo y me ha ayudado a llevar una vida mucho más cómoda. Creo que la narrativa dominante de hoy en día es que las mujeres no necesitamos a nadie, pero yo sí necesito a mi marido. Ese amor único y tan específico que tenemos me ha cambiado por completo”, manifestó la intérprete en la nueva edición de la revista Elle.
Aunque esa importancia que otorga al vínculo que le une al joven productor, con quien se casó en 2012 y recibió tres años más tarde a su primer hijo, sea recíproca, la intérprete se encarga de cortar de raíz cualquier duda que pudiera surgir sobre su compromiso con los derechos de la mujer.
“Es que no puedo entender por qué todavía no lo hemos conseguido (alcanzar la igualdad en la remuneración de las bajas maternales). Cuando mi hijo Johnny tenía solo una semana de vida y yo lo tenía en mis brazos, me encontraba como en el noveno nivel del éxtasis. Y pensé: ‘Esto de la culpa maternal es una tontería que se han inventado’. Quiero decir, se nos anima a juzgarnos los unos a los otros en lugar de centrar nuestras energías en pedir cuentas a las instituciones y a la gente que debería estar apoyándonos y no lo hace”, aseguró.
