San Pedro Sula, Honduras.
El público que disfrutó de la octava edición del Nocturnal de Gala presenció un homenaje como nunca, el que la historia artística de Honduras registrará en sus páginas por siempre.
El tributo a La Ceiba en el teatro José Francisco Saybe fue producido y preparado por la revista cultural Nocturnal y tuvo números musicales nunca antes vistos en un escenario nacional y la reunión de los grandes de la canción que el público aclamó y pidió más de ellos.
Sin lugar a dudas su fundador Jaime Montesinos estaría satisfecho porque los herederos del espectáculo han seguido las huellas de excelencia que dejó durante las cinco ediciones que produjo antes de su partida.
Por siempre
Un carnaval inauguró dos horas de aplausos, música, canto y baile sin igual. El talento sobró pero el tiempo hizo falta para deleitarse con más.
El maestro Alfonso Fonchín Flores y la orquesta hicieron arreglos musicales magistrales. Temas que habían permanecido íntegros en el cancionero hondureño esa noche volvieron a brillar y enamoraron a un auditorio abarrotado, porque no sobró espacio para nadie más.
El ceibeño Marco Tulio Ortega, después de un fastuoso número de apertura a cargo de Zorzales de Sula de la UTH, regaló su voz con el tema Carnaval de La Ceiba. Era su debut en el Nocturnal y lo hizo bien.
Moisés Canelo, siguiendo con el homenaje a su natal Ceibita la Bella, cantó un popurrí de la desaparecida orquesta Robbins y no faltó el aclamado éxito La Ceiba o conocido por muchos como Noche de luna en La Ceiba.
También fue la presentación estelar de la marimba infantil de Colinas, de Santa Bárbara. Los pequeños enamoraron con Palito Verde y Sopa de Caracol.
Fue memorable la presentación de Claudia Gonzales, esta vez haciendo su debut como cantante de música cristiana y rindiendo tributo a la morenita, La Virgen de Suyapa; su voz y pasión escénica impactaron.
Más variedad
La noche se encendía a cada minuto. Por primera vez juntos en el teatro, Silvia Rodríguez y Juan Carlos Alemán, la voz estrella del legendario grupo Los Silver Star, enaltecían con su voz y talento el turismo y la hondureñidad con el tema Todo está aquí. Una dupla perfecta.
Memorable fue además una histórica presentación. Tuvieron que pasar más de 30 años para que el internacional Jorge Gómez cantara para los hondureños. Orgulloso de ser catracho llegó con Conozca Honduras y Ritual. Le acompañó el guitarrista Nelson Chinchilla.
Además el teatro sampedrano reunió por primera vez a seis representantes de Honduras en el famoso y prestigioso Festival Iberoamericano de la Canción OTI Internacional: Oneyda de América, Moisés Canelo, Tony Sierra, Alberto Valladares, Gloria Janeth y Jorge Gómez.
Nunca antes se habían reunido según antecedentes históricos de espectáculos. Lo hicieron por primera vez la noche del miércoles para cantar La canción de mi país y el éxito Hermano Hispanoamericano. Nadie como ellos.
Además fue la última vez que la orquesta de cámara de la escuela de música Victoriano López hacía su show, ya que todo indica que desaparecerá debido a la falta de fondos que le impiden continuar. El grupo interpretó Los Inditos, Al rumor de las selvas hondureñas y Pitero, aclamado por la concurrencia.
Andrea Alvergue y el grupo Son Cinco honró con su número a la dama de la danza Flor Alvergue. Pero todo tenía que culminar y para ello, el cierre fue más que apoteósico. Los hermanos Arriola y Jorge Gómez despidieron una edición de alegría y talento enmarcado en un escenario alegórico a una carroza llena de color y fauna ceibeña creada por Noel Hernández. El confeti y la emoción fueron el broche de oro al compás de El Jardinero, el tema que llevó a la fama a Jorge Gómez, uno de los nuestros que fascinó.
El público que disfrutó de la octava edición del Nocturnal de Gala presenció un homenaje como nunca, el que la historia artística de Honduras registrará en sus páginas por siempre.
El tributo a La Ceiba en el teatro José Francisco Saybe fue producido y preparado por la revista cultural Nocturnal y tuvo números musicales nunca antes vistos en un escenario nacional y la reunión de los grandes de la canción que el público aclamó y pidió más de ellos.
Sin lugar a dudas su fundador Jaime Montesinos estaría satisfecho porque los herederos del espectáculo han seguido las huellas de excelencia que dejó durante las cinco ediciones que produjo antes de su partida.
Por siempre
Un carnaval inauguró dos horas de aplausos, música, canto y baile sin igual. El talento sobró pero el tiempo hizo falta para deleitarse con más.
El maestro Alfonso Fonchín Flores y la orquesta hicieron arreglos musicales magistrales. Temas que habían permanecido íntegros en el cancionero hondureño esa noche volvieron a brillar y enamoraron a un auditorio abarrotado, porque no sobró espacio para nadie más.
El ceibeño Marco Tulio Ortega, después de un fastuoso número de apertura a cargo de Zorzales de Sula de la UTH, regaló su voz con el tema Carnaval de La Ceiba. Era su debut en el Nocturnal y lo hizo bien.
Moisés Canelo, siguiendo con el homenaje a su natal Ceibita la Bella, cantó un popurrí de la desaparecida orquesta Robbins y no faltó el aclamado éxito La Ceiba o conocido por muchos como Noche de luna en La Ceiba.
También fue la presentación estelar de la marimba infantil de Colinas, de Santa Bárbara. Los pequeños enamoraron con Palito Verde y Sopa de Caracol.
Fue memorable la presentación de Claudia Gonzales, esta vez haciendo su debut como cantante de música cristiana y rindiendo tributo a la morenita, La Virgen de Suyapa; su voz y pasión escénica impactaron.
Más variedad
La noche se encendía a cada minuto. Por primera vez juntos en el teatro, Silvia Rodríguez y Juan Carlos Alemán, la voz estrella del legendario grupo Los Silver Star, enaltecían con su voz y talento el turismo y la hondureñidad con el tema Todo está aquí. Una dupla perfecta.
Memorable fue además una histórica presentación. Tuvieron que pasar más de 30 años para que el internacional Jorge Gómez cantara para los hondureños. Orgulloso de ser catracho llegó con Conozca Honduras y Ritual. Le acompañó el guitarrista Nelson Chinchilla.
Además el teatro sampedrano reunió por primera vez a seis representantes de Honduras en el famoso y prestigioso Festival Iberoamericano de la Canción OTI Internacional: Oneyda de América, Moisés Canelo, Tony Sierra, Alberto Valladares, Gloria Janeth y Jorge Gómez.
Nunca antes se habían reunido según antecedentes históricos de espectáculos. Lo hicieron por primera vez la noche del miércoles para cantar La canción de mi país y el éxito Hermano Hispanoamericano. Nadie como ellos.
Además fue la última vez que la orquesta de cámara de la escuela de música Victoriano López hacía su show, ya que todo indica que desaparecerá debido a la falta de fondos que le impiden continuar. El grupo interpretó Los Inditos, Al rumor de las selvas hondureñas y Pitero, aclamado por la concurrencia.
Andrea Alvergue y el grupo Son Cinco honró con su número a la dama de la danza Flor Alvergue. Pero todo tenía que culminar y para ello, el cierre fue más que apoteósico. Los hermanos Arriola y Jorge Gómez despidieron una edición de alegría y talento enmarcado en un escenario alegórico a una carroza llena de color y fauna ceibeña creada por Noel Hernández. El confeti y la emoción fueron el broche de oro al compás de El Jardinero, el tema que llevó a la fama a Jorge Gómez, uno de los nuestros que fascinó.
