19/04/2024
08:47 AM

Novela hondureña sobre lencas llevada al teatro

Los Actores del Instituto Vocacional de Artes La Teatral Sampedrana representaron la obra Memoria de las Sombras.

    El fraile, con sus aires celestiales, le muestra a doña Catalina de Montejo la figura vencida y desgreñada de la indígena con apariencia de loca; yace sin voluntad sobre el suelo, pero el representante de Dios le asegura a la dama que la india está lista para servirle como sierva.

    La niña lenca se llama Ixchel, quien está sola en su propia tierra porque el conquistador ha exterminado a su pueblo. Ella es el personaje central de la novela Memoria de las sombras, escrita por la hondureña Marta Susana Prieto. En esta obra literaria -y en otros hechos históricos sobre el guerrero lenca de Cerquín- se basó Manuel Bonilla para adaptar y dirigir Elempira, el último caudillo; obra estrenada el pasado martes 27 en el teatro José Francisco Saybe con actores del IVA (Instituto Vocacional de Artes) y la Sociedad Cultural de Sula La Teatral Sampedrana y, como en la novela de Prieto, sobresale la figura de Ixchel, pero también la de Lempira.

    En su adaptación, Bonilla retoma al personaje de la novela, Monká, quien se encarga de recordarle a Ixchel que no debe olvidar la historia, que debe recordar la rebelión en Cerquín, no olvidar a los valientes que se enfrentaron a “los hombres de la cara llena de pelos”.

    Las acciones de la obra vuelven al pasado y los habitantes precolombinos comparan las atrocidades de los conquistadores a “chapulines que se comen las milpas”: a su paso dejan destrucción, muerte y violaciones. En sus ojos anida la muerte y la pasión por el oro. Pero mensajeros han llevado la noticia de “uno que con una mano vence a cien hombres”; se ha levantado en rebelión en Cerquín. Hay que unirse porque otros guerreros como Cicumba han muerto a manos de los invasores.

    Sometimiento

    En la tercera escena los españoles planean cómo apaciguar la rebelión, pues matando a Elempira “se quebranta la voluntad de los salvajes rebeldes”.

    Se apagan las luces y entran a escena un grupo de jóvenes ataviados con taparrabos y simulan una danza lenca preparatoria para la guerra. Suenan silbatos y tambores prehispánicos.

    Se hace la oscuridad. Se escuchan gritos y lamentos. Como dos mil indígenas han sido sometidos. La violencia se extiende por toda la tierra lenca y los conquistadores buscan el oro como animales sedientos.

    En la sexta escena aparece Elempira -interpretado por Rómulo Madrid- y llama al pueblo a luchar “porque el hombre nació para ser libre” y debe “luchar por los hijos, por la tierra, por la libertad...”.

    Los jóvenes músicos, bajo la dirección de Raúl Rodríguez, tocan música épica mientras invasores e indígenas luchan en Cerquín. Y un arcabucero acaba con la vida de Elempira. Así finaliza la séptima escena donde el público solo apreció las sombras de los actores. “Extraordinario el recurso escénico que usó Manuel, ese efecto de luz y de sombra para evitar toda la cantidad de extras que necesitaría en una batalla, me parece cinematográfico el hecho de simular la cámara lenta y eso lo ha logrado muy bien”, dijo Marta Susana Prieto al final de la presentación.

    Y como en la novela, el montaje teatral cierra con Ixchel siendo arrancada de los pies de Monká, que le grita: “Recuerda la historia. Que no muera lo lenca”.

    Extra

    1 El IVA (Instituto Vocacional de Arte), iniciativa de la Dirección de Cultura y Turismo municipal, beca a niños y jóvenes en música, danza, teatro y pintura.

    2 Hoy y mañana, “Elempira: El último caudillo” se presenta en el CCI (Centro Cultural Infantil). Otras funciones: 27, 28 y 29 de noviembre. L80. Hora: por la mañana.

    3 Martha Susana Prieto nació en Puerto Cortés, pero reside en San Pedro Sula. Además de novela ha escrito cuento: “Melodía de silencios” y “Animalario”.

    4 A “Memoria de las Sombras” le sigue la novela “Buscando el Paraíso”, cuya trama se lleva a cabo de 1493 a 1545 y fue lanzada al mercado en 2011.

    5 Los arreglos musicales de la obra teatral son de Raúl Rodríguez; la coreografía y la música de la danza lenca, de Mónica Figueroa y Marlon Rodríguez, respectivamente.