18/04/2024
08:32 PM

Futuro alcanza la mayoría de edad en el teatro

En abril, Damario Reyes publica su libro “Teatro: 5 obras para poner en escena”

    La vida de la mayoría de los grupos de teatro en Honduras es corta. Pocos, como Proyecto Teatral Futuro (PTF) sobreviven y gozan de buena salud en un país donde nacer ya es un riesgo.

    Diario LA PRENSA conversa con el actor y director Damario Reyes, único miembro activo de los cuatro soñadores que comenzaron este proyecto que el 13 de marzo cumplió 18 años de vida. Y lo celebraron de una forma muy peculiar: con una partida de identidad que hace constar su mayoría de edad.

    -¿Cómo inicia Proyecto Teatral Futuro?
    Idea original de formar un grupo es de óscar Zelaya. él me convoca a mí y luego acordamos llamar a Delmer López y Hugo Zúniga. Así es como surge el grupo. También hay que darle el crédito a Armando García, en ese momento director regional de cultura, que estaba gestionando la realización de actividades culturales, especialmente en teatro. Nos otorgan recursos para un montaje que rebasó las expectativas y fue el pretexto para seguir. La idea del nombre la tuvo óscar y los demás la secundamos.

    -¿Qué obra montaron?
    Erase una vez un rey, del grupo Aleph de Chile. Lo presentamos en el Museo de Antropología e Historia. Viajamos por casi todo el país y llegamos a más de cincuenta funciones.

    -¿Estrenaron en el Museo como Proyecto Teatral Futuro?
    No. El estreno fue el 13 de marzo de 1995 en el auditorio dos del Centro Cultural Sampedrano (CCS) ya como Proyecto Teatral Futuro. Aunque comenzamos operaciones en octubre de 1994. Decidimos que esa fecha fuera la de fundación porque era el estreno de nuestra primera obra y así nunca íbamos a olvidarlo.

    -¿Cuánto tiempo se mantuvieron juntos los cuatro fundadores?
    Cinco años. éramos cuatro líderes y estábamos conscientes de que en algún momento íbamos a volar. óscar dejó primero el grupo. El segundo fue Hugo. Quedamos Delmer y yo, más otros compañeros que nos acompañaban y que también hicieron gran esfuerzo. Luego Delmer viajó a Guatemala para realizar estudios.

    -¿Cuáles han sido los aciertos para lograr cumplir 18 años?
    El primero, la perseverancia. Insistir, insistir e insistir en seguir haciendo teatro. Segundo, la educación; hemos buscado la formación académica y también la experiencia con otros colegas. Tercero, estar lejos de los vicios y tratar de que los que se acercan tengan ese perfil.

    - ¿Y cómo se han librado de los vicios del teatro. Vicios que otros no han superado?

    Con el estudio, porque así ve otras tendencias y aprende de los errores de los demás, y se logran propuestas variadas; huimos de mantener una sola forma de hacer teatro porque puede aburrir y dar la idea de que estamos estacionados. La dinámica del grupo ha sido variar. - En la zona norte hay tres referentes: La Fragua, el Círculo Teatral Sampedrano y Proyecto Teatral Futuro.

    ¿En algún momento se propusieron explotar un tipo de teatro que no practicaran esos dos grupos o surgió en el camino?

    Sí, intentamos ofrecer un producto que los demás no ofrecieran. Al inicio todo grupo apuesta por lo tradicional, aunque Proyecto Teatral Futuro siempre ha apostado por salir de lo tradicional. En la vida y en el teatro uno va haciendo pruebas. Hemos hecho pruebas con muñecos, con máscaras, con pantomima. Desde el inicio también hemos probado diferentes técnicas de actuación. A esta diferencia abona la oferta, pues intentamos emular acciones de otros grupos como La Fragua con su muestra de teatro. Nosotros creamos el Festival de Teatro para que las personas vean que tenemos responsabilidad social con la comunidad. También organizamos el desfile por el Día mundial del teatro y hemos logrado fundar una escuela de formación en actuación: El Centro de Capacitación en Artes Escénicas (Cc-ArtEs).- Un proyecto de esta clase no vive solo del sueño. En la realidad necesita fondos.

    ¿Cómo han sobrevivido por 18 años en un país donde el teatro no es de masas, como el cine comercial, por ejemplo?
    Sobre todo debo agradecerle a la familia. Quizá me lo reprocharán (o me lo aplaudirán) porque parte de mis ingresos iban a mi otro hijo: PTF. Posiblemente mis hijos dejaron de recibir ciertas cosas porque papá invertía en sus sueños. Hay que invertir, no basta tener la idea y las ganas. Para que los sueños se hagan realidad es necesario estar despierto. Afortunadamente el grupo cuenta con un área de producción encargada de gestionar recursos para realizar los montajes y aun para becar alumnos de la escuela de actuación. Además nos ha ayudado la buena credibilidad para que las personas que tienen los recursos nos apoyen.

    - En estos 18 años han pasado por importantes facetas: consolidación, formación académica y la fundación de la escuela de actuación. Así dejan de ser solo un grupo teatral...Una faceta importante es que Proyecto Teatral Futuro tiene personería jurídica, aspecto que muchos grupos olvidan. Eso ayuda a que las cosas se mantengan porque hay una exigencia de llevar las finanzas claras. Además nuestros estatutos nos exigen la formación académica y lo proyectamos en que desde hace casi cuatro años oficialmente servimos a través de Cc-ArtEs.

    -¿Qué tan importante ha sido la amistad con otras escuelas como de danza o de música para alcanzar los 18 años?
    La buena relación con los compañeros artistas ha fortalecido al grupo, porque nos recomiendan para trabajos comerciales, para asesoría o para espectáculos privados, donde tratamos de imponer nuestro sello. Beneficia al espectáculo del compañero y las finanzas de PTF. Estas alianzas surgen porque técnica y teóricamente manejamos el mismo lenguaje. Es una confianza mutua. Para el caso hemos trabajado con Hunty Gabbe, Pito Pérez o Julio Escoto.

    -¿Qué sabe de la ley de cultura en la que la Comunidad Hondureña de Teatristas (Comhte) participó y se presentó al Congreso Nacional?
    Las organizaciones de cultura ya hicieron su parte y organismos internacionales financiaron el proyecto. Desafortunadamente nuestros gobiernos no entienden sobre cultura. No pueden vincular cultura y desarrollo o cultura y educación; pero crecieron en un mundo donde la cultura no está en agenda. Necesitamos que los artistas hagan ruido acerca de la ley, aunque aún no está aprobada.

    - Se percibe en nuestro medio que predominan más esfuerzos individuales y parece que Comhte aún no se consolida para beneficio del teatro nacional, ¿qué opina?
    La comunidad en este momento tiene dos representaciones: en el centro Mario Jaén; y en el norte, bajo la dirección de Edy Barahona. Insisto en que tenemos que levantar un directorio, ver las necesidades y crear espacio para el diálogo y la convivencia, tratar de tener una oferta en común para la sociedad. Seguir con esa imagen que se dio en algún momento con la Caravana de Teatro, de que estamos juntos. En estos momentos no hay un calendario en común sino esfuerzos individuales.

    -¿Qué significa hacer teatro en Honduras?
    Un gran reto. Es una forma de rebeldía. En el teatro somos capaces de transformarnos en lo que queremos. Decimos lo que queremos, pero de una forma oculta que solo aquellos, como los que se acercaban a Cristo, los que tienen oídos, escuchan. Son cosas que no están tan claras, pero la imagen, el gesto o la mueca logran completar la comunicación. Hacer teatro en este país es tener esperanza de que las cosas van a mejorar, porque cambiamos como personas, impactamos a un público.

    Información del grupo en Internet

    Proyecto Teatral Futuro (PTF) cuenta con su página web (http://www.proyectoteatralfuturo.org/), donde ofrece información del grupo, de sus principales espectáculos, de los planes de estudio del Centro de Capacitación en Artes Escénicas (Cc-ArtEs), entre otro contenido.En la página de inicio también se ofrece un enlace para descargar la obra de teatro usada para desarrollar el conversatorio Hablemos de teatro, que lleva a cabo cada mes en la sede de PTF. El 22 de marzo se conversará en torno a “La Mandrágora”, texto escrito por Maquiavelo; a las 7:00 pm. Entrada gratis.Actualmente PTF sostiene pláticas con la Universidad de Ecuador, donde funciona la Escuela Internacional de Mimo, para abrir en Honduras la Escuela de Mimo.