23/04/2024
04:35 PM

Hondureño brilla en famosa orquesta internacional

Jackson Guillén, un violinista exitoso que comparte su experiencia con jóvenes de escuelas musicales del país.

    Los sueños necesitan de una alta dosis de idealismo. Más en Honduras, donde la realidad se esfuerza por truncarlos. Jackson Guillén es un violinista hondureño que ha sabido aprovechar las oportunidades y está a punto de obtener un doctorado en artes musicales con especialidad en violín, en la universidad de Houston, EUA.

    Jackson es uno de los diez músicos de la Orquesta Juvenil de las Américas (YOA) que compartió su experiencia con los jóvenes que participaron en el segundo campamento musical YOA-Honduras La música transformando vidas, patrocinado por la embajada de Estados Unidos en Honduras.

    Entre los pinares del centro Palabra de Vida, en Zambrano, Francisco Morazán, LA PRENSA conversa con Jackson, que representa dignamente a su país y no duda en aportar su conocimiento y experiencia a las nuevas generaciones de músicos.

    -¿Cómo llega Jackson a la música?

    Por accidente. En la escuela primaria aprendí a tocar flauta y un poco el piano. En realidad pensaba ganar una beca y especializarme en ingeniería, terminé en la Escuela Nacional de Música (ENM). Mi madre estaba animada en que estudiara música, por influencia de una amiga que trabajaba allí.

    A mí no me parecía y cuando ingresé pensé: “Bueno, si voy a estar aquí, voy a ser pianista”. Tras la evaluación el profesor me dijo: “Tus manos parecen buenas para el violín”. Después de dos clases me enamoré del instrumento, descubrí mi habilidad y sigo estudiándolo.

    - Llega un momento en que se termina la magia de la escuela de música y enfrenta la realidad de elegir. ¿Cómo logra salir al extranjero para especializarse es esta área?

    En ese tiempo la Universidad Nacional no tenía carrera de música, entonces ingresé a estudiar ingeniería en Unitec. También entré a la Orquesta Sinfónica Nacional y con el dinero que ganaba pagaba mi ingeniería. Siempre mi meta era salir del país, a la primera oportunidad que tuvierasabía que lo haría. Por cuestiones de religión salí de Honduras por dos años, al regresar ya no funcionaba la sinfónica. Pero se había formado la Orquesta Filarmónica Nacional, ingresé a esa orquesta y seguí la ingeniería.

    Seis meses después un amigo de la filarmónica nos mostró una aplicación para una beca. La llenamos y mandamos el video con gran esperanza, solo dos fuimos afortunados.
    -¿Qué pasó cuando supo que había ganado la beca?

    Vino la decisión más grande. Me dije: “Termino mi ingeniería o dejo esto y me voy tras mi sueño. Para mis padres también era difícil, pero en el fondo siempre supe lo que haría. A pesar de que las becas en EUA son buenas, los estudiantes tenemos que pagar apartamento y comida.

    No es fácil porque mis padres no tenían recursos necesarios para sostener mi estadía en EUA. Saqué un préstamo y me fui a lo que pasara. Todo salió bien, cursé mi licenciatura, la maestría y ahora estoy en mi doctorado.

    -¿Cuál ha sido su clave para triunfar en sus estudios?

    Todo en la vida requiere de mucho trabajo y esfuerzo. En el caso de los instrumentistas, la clave la conocen: practicar fuerte. En el mundo de la música no todo es color de rosa, hay mucha competencia y otros niveles en otros países. Recibimos muchos no y algunos sí.
    - Usted participa en este campamento como miembro de la Orquesta Juvenil de las Américas. ¿Qué significa ser parte de YOA?

    Ingresé a la Orquesta de las Américas en 2003, aún vivía en Honduras. Buscaba oportunidades para capacitarme. Una amiga violinista nos habló de YOA y dos de los que aplicamos ingresamos. Viajamos a Costa Rica, Panamá, Ecuador, Brasil, Uruguay, Argentina, Perú y México. La gira con YOA cambió mi vida y se me abrieron los ojos a muchas cosas que en nuestro país no se enseñan o niveles a los que no estamos acostumbrados. Tras esa experiencia mi decisión de irme del país era más fuerte.

    En 2012 apliqué de nuevo a YOA, mi último año por el límite de edad. Participé en una gira de un mes por Chile. Luego se creó el Programa Global de Líderes y se escogieron jóvenes que fueron a la gira de Chile, para misiones en Latinoamérica. Me ha tocado ser parte de la misión en El Salvador, Chicago y Honduras.

    - Así como YOA cambió su vida, este campamento marcará la vida de estos jóvenes...

    Sí, les cae como oro del cielo, no porque seamos mejores, sino porque recibir consejos de gente que tiene más experiencia en el extranjero les ayuda a abrir los ojos musicales. También aprendemos de ellos y nos empapamos de su energía y positivismo. Yo estudié en Honduras, sé lo que pasan y conozco las dificultades de estudiar música en este país. Estos jóvenes podrían estar en otras cosas, pero invierten de seis a ocho horas ensayando y capacitándose para montar un concierto.

    De manera idealista, creo que la música puede transformar nuestras comunidades, la prueba son estos jóvenes que no contribuyen a la violencia.

    - ¿Qué le diría a los jóvenes que sueñan estudiar en el extranjero?

    Que no se desesperen y sigan adelante si esto realmente les apasiona. Un día aposté por la música y no me arrepiento. Lo más importante es el trabajo duro y la disciplina.

    - Honduras es un semillero de músicos, muchos salen a estudiar al extranjero pero no regresan. Somos una nación donde el talento se fuga. ¿Usted es parte de esa lista?

    Muchos salimos y no regresamos. También me considero culpable porque tampoco contemplo regresar a Honduras. Conozco una cantidad grande de músicos que han trascendido en Alemania, Argentina o EUA, si todos ellos regresaran sería impresionante. Aunque siento que no debo quedarme de brazos cruzados, porque sé lo que significa estudiar en este país, gracias a Dios tuve la oportunidad de salir y ahora contribuyo con mi talento.

    En 2011 y 2012 Jackson ha promovido, con apoyo de amigos y algunas instituciones, el Encuentro de cuerdas frotadas, en Tegucigalpa. En 2013, afirma, la idea es regresar, “aunque el apoyo económico siempre es difícil de conseguir, pero estamos haciendo el esfuerzo para volver y contribuir a la formación de los jóvenes de mi país”.