23/04/2024
02:36 AM

Solo 4 emociones básicas refleja el rostro humano

Creencias comunes suponen que las alegrías que existen son 6; felicidad, tristeza, miedo, enojo, sorpresa y repugnancia.

Glasgow, Escocia.

Una creencia común supone que existen seis emociones básicas reconocidas universalmente a través de expresiones faciales específicas, sin embargo, una nueva investigación de científicos de la Universidad de Glasgow pone en duda esa opinión al sugerir que sólo existen cuatro emociones básicas.

En la teoría del Dr. Paul Ekman, las seis emociones son: felicidad, tristeza, miedo, enojo, sorpresa y repugnancia. Sin embargo, el nuevo estudio, publicado en la revista “Current Biology”, sostiene que mientras las expresiones faciales de felicidad y tristeza son claramente distintas a través del tiempo, el miedo y la sorpresa comparten una expresión común, los ojos abiertos, al principio de la dinámica gestual.

De forma similar, el enojo y la repugnancia comparten la característica de la nariz arrugada. Esas son las primeras expresiones más básicas de peligro. Posteriormente, en la dinámica gestual, las expresiones faciales transmiten señales que distinguen a las seis expresiones faciales “clásicas” de emoción.

El estudio llegó a la conclusión a través del análisis de una gama de diferentes músculos del rostro involucrados en la expresión de diferentes emociones, así como del lapso de tiempo en el cual cada músculo fue activado.

“Nuestros resultados están acordes con las predicciones evolutivas, de que las señales son diseñadas tanto por las presiones evolutivas biológicas como sociales para optimizar su función”, dijo la investigadora en jefe del estudio, la Dr. Rachael Jack.

“No todos los músculos faciales aparecen simultáneamente durante las expresiones
faciales, sino más bien se desarrollan con el tiempo apoyando una información jerárquica que va de básica biológicamente a específica socialmente”, afirmó.

Los investigadores indicaron que cuando los humanos migraron por el mundo, la diversidad socioecológica probablemente especializó más las expresiones faciales que alguna vez fueron comunes, alterando su número, variedad y forma entre culturas.