Un hecho sin precedentes se dio el pasado fin de semana. Un albañil fue castigado por su jefe (maestro de la obra), luego de que éste lo sorprendiera holgazaneando en horas de trabajo con su teléfono celular. El castigo fue, destruirle el móvil al lanzarlo en una máquina de hacer concreto.
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Acto seguido, el albañil logra recuperar el teléfono al sacarlo de la máquina, lleno de cemento. Lo metió en un recipiente con agua para retirarle el material, mientras su jefe le gritaba.
Este hecho se ha convertido en uno de los videos más virales en redes sociales. Los usuarios lo han catalogado como una lección para los empleados haraganes y distraídos. ¿Cómo reaccionarías si tú fueras el afectado?