Para empezar a adelgazar, ¿Es mejor correr o caminar?

Cada una de las actividades tiene sus beneficios, pero no ambas están recomendadas para todo el mundo.

  • 17 sep 2020

SAN PEDRO SULA.

Si lo que queremos es empezar a correr, hay una cosa importantísima que tenemos que hacer previamente: caminar. Andar, esa actividad que forma parte de nuestro día a día, es la clave para estar en forma, mantener nuestro peso y cuidar de nuestra salud.

«Caminar es bueno para todo el mundo: para el atleta de primer nivel, para la persona que tiene sobrepeso o para la persona sedentaria», comenta el entrenador Martín Giacchetta, que asegura que para que una persona deje de sedentaria debe dar 10.000 pasos al día, una cifra recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El entrador Juan Ruiz López opina lo mismo, aunque hace un matiz: «A nivel estético los beneficios que nos puede aportar andar son mínimos ya que la intensidad es demasiado baja, pero esto no nos debe llevar a no realizar esta actividad ya que, mientras más nos movamos y más activos estemos, mayores beneficios conseguiremos».

Giacchetta, por otro lado, comenta que correr es una actividad «más intensa, con mucho más impacto, que quema más calorías y fortalece más la masa muscular», pero recuerda que se deben «tener ciertas precauciones» antes de empezar a correr.

Por su parte, Ruiz López advierte que si realizamos carreras de larga duración, pero baja intensidad, perderemos masa muscular, algo que «disminuye nuestra fuerza y hará que los resultados estéticos sean peores». La solución sería, tal como comenta el entrenador, hacer un ejercicio aeróbico de alta intensidad, pero con periodos de trabajo más cortos, lo que «nos ayuda a mantener la masa muscular y disminuir los niveles de grasa».

Entrenar para correr
Para llegar a este punto se necesita una preparación previa. «Existe una frase de un famoso entrenador que dice 'No corras para ponerte en forma, ponte en forma para poder correr'», comenta el entrenador Juan Ruiz López.

Si llevamos años de inactividad física y comenzamos a correr sin preparación previa, es muy posible que acabemos con molestias o lesiones. Uno de los grandes errores que comentemos, según Martín Giacchetta, es «querer recuperar el tiempo perdido».

Por ello, nos ponemos a correr y ver que no aguantamos más de cinco minutos seguidos nos genera gran frustración. «Lo mejor es tener un objetivo realista, ser pacientes y, poco a poco, construir las bases para poder conseguirlo», dice el entrenador.

Aun así, ambas actividades tienen cantidad de beneficios. Por un lado, para las personas con sobrepeso, o que se estén iniciando en la actividad física, caminar puede resultar fantástico. Dejar de lado el sedentarismo es clave para mantenernos en buena forma. La clave, comenta Giacchetta, es tener la mente activa.

«Hay muchos trucos: olvidarnos del ascensor, bajarnos una parada antes del autobús o aparcar lejos el coche... es mejor estar activo constantemente que ir tan solo una hora al gimnasio», dice el experto.

Para concluir, José Ruiz López enumera las virtudes de tener el hábito de correr: «Para adelgazar es más práctico correr, ya que el gasto energético es más elevado». Además, esta actividad tiene destacables beneficios para nuestra salud, como la mejora de la sensibilidad a la insulina (prevención diabetes), la disminución del colesterol, la prevención de osteoporosis, la mejora de nuestra capacidad aeróbica y la ayuda para mejorar nuestro estrés.