El café podría tener un efecto más grande en el cuerpo de lo que se pensaba, según un estudio

Los posibles beneficios incluyen unos riesgos más bajos de enfermedad de Parkinson, diabetes, esclerosis múltiple y ciertos tipos de cáncer

Estados Unidos

El café se ha vinculado con muchos beneficios de salud. Ahora, un pequeño estudio sugiere que el hábito diario de tomar café podría afectar al metabolismo corporal de forma más extensiva de lo que se pensaba.

El consumo de 47 adultos encontró que un consumo abundante de café (de cuatro a ocho tazas al día) alteraba los niveles sanguíneos de más de 100 metabolitos. Esto se refiere a una amplia variedad de sustancias que cambian después de comer o beber.

Muchos de los efectos fueron inesperados, apuntaron los investigadores, pero pocos fueron sorprendentes.

Por ejemplo, el café reduce los niveles de ciertos metabolitos relacionados con el sistema endocannabinoide, el mismo sistema al que afecta la marihuana. Esa reducción es lo opuesto a lo que sucede cuando se consume marihuana, apuntaron los investigadores.

¿Qué quiere decir todo esto? Eso no está muy claro.

Pero muchos estudios han encontrado que las personas que beben café por lo general tienen unos riesgos más bajos de varias enfermedades que las que no lo consumen, explicó Marilyn Cornelis, investigadora líder en el nuevo trabajo.

Los posibles beneficios incluyen unos riesgos más bajos de enfermedad de Parkinson, diabetes, esclerosis múltiple y ciertos tipos de cáncer.

'Pero la mayoría de esos estudios solo observan asociaciones', señaló Cornelis, profesora asistente de medicina preventiva en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago. 'Observaron el consumo de café reportado por las mismas personas y su riesgo de enfermedades'.

Este estudio, explicó, intentó 'abordar más mecanismos, a la biología que podría subyacer a esas asociaciones'.

Los hallazgos, publicados en la edición del 15 de marzo de la revista Journal of Internal Medicine, provienen de un ensayo clínico en que participaron 47 adultos finlandeses. Todos bebían café de forma habitual.

Los investigadores les pidieron que se abstuvieran del café durante un mes, y que luego bebieran cuatro tazas al día durante el mes siguiente, y ocho tazas al día el mes posterior. Al final de cada mes se recolectaron muestras de sangre.

En general, el consumo de café provocó muchos cambios anticipados en el metabolismo, dijo Cornelis.

Pero su equipo también detectó otros efectos antes desconocidos. Además de los cambios en el sistema endocannabinoide, hubo cambios en ciertos metabolitos relacionados con el sistema esteroide y el metabolismo de los ácidos grasos. El sistema esteroide incluye el colesterol y hormonas como la testosterona y el estrógeno.

Pero no se sabe si esto tiene implicaciones para la salud de las personas.

'Esperamos que esto genere hipótesis', planteó Cornelis. Explicó que estudios futuros podrían profundizar en la conexión entre el café y los metabolitos endocannabinoides, por ejemplo, para ver si ayuda a explicar por qué las personas que beben café tienen unos riesgos más bajos de ciertas enfermedades.

El sistema endocannabinoide ayuda a regular una variedad de funciones corporales, anotó Cornelis. Éstas incluyen la presión arterial, el sueño, el apetito y la quema de calorías. El café se ha vinculado con un mejor control del peso, y es posible, dijo, que sus efectos en los endocannabinoides tengan algún rol.

Apuntó que los efectos del café fueron los opuestos de lo que se anticiparía con la marihuana, que es famosa por provocar un intenso deseo de comer.

Pero por ahora es difícil saber cómo interpretar los hallazgos, dijo Angela Lemond, vocera de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics). Lemond no participó en la investigación.

El estudio fue pequeño, apuntó Lemond, y creó una situación artificial en que las personas pasaron de no tomar café a primero una y luego a ocho tazas al día.

'Pasaron de cero cafeína a 400 miligramos al día, y luego 800', apuntó Lemond.

Dijo que no está claro si los cambios en los metabolitos reflejan lo que sucede con los hábitos típicos de consumo de café de las personas.

Lemond anotó que ahora mismo las directrices dietéticas de EE. UU. indican que los adultos pueden consumir de forma segura hasta 400 miligramos de cafeína al día, aproximadamente lo que los participantes del estudio consumían en el segundo mes.

Pero si se bebe esa cantidad de café, no debe llenarse de crema y azúcar, enfatizó Lemond.

'También hay que observar al total del día', planteó. 'Con frecuencia la gente no se da cuenta de cuál es su ingesta de cafeína a partir de fuentes como los refrescos y el té'.

Más allá de eso, dijo Lemond, las personas deben pensar sobre el impacto de la cafeína en sus niveles de ansiedad o problemas del sueño.

Si bebe café en lugar de dormir, anotó, eso es un problema. 'Muchas personas no duermen lo suficiente', añadió Lemond. 'Si hay algún beneficio para la salud a partir del café, esa privación del sueño lo cancela'.