Abordan los problemas del sueño en la menopausia desde otros ángulos

Dormir mal es uno de los problemas que sufren las mujeres menopáusicas

Estados Unidos

La menopausia puede conllevar una variedad de problemas, entre ellos las perturbaciones del sueño. Ahora, los investigadores afirman que los sofocos y la depresión se vinculan firmemente con las dificultades para dormir.

Tratar esos dos problemas podría ayudar a mejorar el sueño de las mujeres menopáusicas, sugieren los hallazgos del nuevo estudio.

'Dormir mal es uno de los problemas importantes por los cuales las mujeres menopáusicas buscan tratamiento en el médico', afirmó la coautora del estudio Megan Mahoney, profesora de biociencias comparativas en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.

Las perturbaciones del sueño son 'una inmensa carga para la atención de la salud y para la calidad de vida de las mujeres. Investigar cuál es el problema subyacente es muy importante', comentó Mahoney en un comunicado de prensa de la universidad.

En el estudio, los investigadores analizaron datos de 776 mujeres de 45 a 54 años de edad en el área de Baltimore. Les dieron un seguimiento durante hasta siete años, y encontraron que los sofocos y la depresión se asociaban firmemente con dormir mal en todas las etapas de la menopausia.

Según la autora del estudio Rebecca Smith, 'indica que cuando afrontan los problemas del sueño, los médicos deben preguntar sobre otros síntomas relacionados con la menopausia, y sobre todo buscar señales de depresión y preguntar a las pacientes sobre los sofocos'. Smith es profesora de patobiología en la universidad.

'Las perturbaciones del sueño en la menopausia son parte de un cuadro más amplio que los médicos deben tomar en cuenta', añadió.

Del estudio también surgió una noticia esperanzadora. Muchas mujeres con un sueño inquieto y con insomnio durante la menopausia no tenían problemas del sueño antes o después de la menopausia.

'Es esperanzador para las mujeres que sienten que su sueño se ha deteriorado desde la transición a la menopausia. Quizá no sea malo para siempre', dijo Smith. 'El sueño cambia, pero el cambio tal vez no sea permanente'.

El estudio aparece en la edición de este mes de la revista Sleep Medicina