¿Cuál es su riesgo real de salmonella?

Esta infección causa calambres abdominales, fiebre, diarrea y vómitos

Estados Unidos

Cada año, aproximadamente 1 de cada 6 estadounidenses enferma por un alimento contaminado. Eso incluye a más de 1.2 millones de casos de enfermedad provocados por la bacteria salmonella.

Este molesto germen puede provocar muchos síntomas desagradables, incluyendo diarrea, vómitos, calambres abdominales y fiebre, que normalmente duran entre 4 y 7 días. Y aunque las enfermedades trasmitidas por los alimentos se han reducido en los últimos años, las infecciones con salmonella han aumentado, según las estadísticas federales.

Muchos casos se contraen a partir de alimentos que se comen en restaurantes, pero la salmonella también puede trasmitirse a través de alimentos comunes que se compran en tiendas y se cocinan en casa. También hay un mayor riesgo de infección durante el clima caluroso cuando los alimentos que no están refrigerados y que se comen en los picnics y barbacoas proporcionan las condiciones ideales para ello.

Los alimentos que provocan la mayoría de las enfermedades incluyen los huevos, las coles y las verduras recogidas de ramas, como los tomates, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Los siguientes son la carne de res, la leche y los jugos no pasteurizados, el pescado y la carne de ave. También se puede contraer la salmonella de frutas como los melones, los frutos secos, el queso e incluso de los alimentos procesados.

Para protegerse, siempre cocine completamente la carne de ave, la carne molida de res y los huevos. Evite las recetas que lleven huevos crudos, que pueden variar desde la mayonesa casera, el aderezo de la ensalada César y otros aderezos, los helados y los glaseados de pasteles con una base de huevo no cocinada. Esto aplica si los huevos no cocinados son enteros o solamente se trata de la yema o de la clara, afirman los CDC.

Asegúrese de evitar la contaminación cruzada. Mantenga las carnes no cocinadas separadas de los productos agrícolas, los alimentos cocinados y los que estén preparados para comer, y use una tabla distinta para cortarlas. Lávese las manos, todas las superficies y los utensilios después del contacto con la carne o las aves crudas.

Lávese también las manos después de entrar en contacto con los animales domésticos (sobre todo los reptiles, las tortugas y las aves), además de después de limpiar la caja de arena o de recoger los excrementos de los perros.

Al seguir estas directrices, sus probabilidades de presentar estos síntomas no deseados de salmonella deberían reducirse.