La evidencia científica sobre los beneficios del café en la salud continúa acumulándose y la conclusión general es que consumir esta bebida puede prolongarnos la vida.
La prueba más reciente son los resultados de un estudio desarrollado por el Instituto para la Inmunidad, el Trasplante y la Infección de la universidad de Stanford (Estados Unidos).
El estudio parece haber puesto al descubierto uno de los motivos que explican por qué las personas que beben café parecen vivir más. La investigación se centra en un proceso inflamatorio que favorece el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, en especial entre los adultos, lo cual es contrarrestado con la ingestión de cafeína gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
La investigación estudió los resultados de dos grupos, el primero compuesto de personas jóvenes y sanas de entre 20 y 30 años de edad y un segundo grupo de adultos sanos mayores de 60 años.
Cuando se evaluaron las muestras de sangre de los dos grupos, identificaron dos grupos diferenciados de genes que estaban más activos entre el grupo de más edad.
Tales genes se relacionan con la producción de una proteína denominada IL-Beta, la cual elabora leucocitos y cuya producción se acelera respuesta a lesiones, infecciones o estrés.
Cuando se evaluó la ingesta de cafeína, se halló que en la sangre de los mayores se reducía la actividad de los genes antes mencionados, los cuales son a menudo asociados a una desarrollar mayor rigidez arterial, un factor determinante en la propensión a infartos o derrames cerebrales.
Mark Davis, quien lideró al equipo de investigadores comentó que “lo que hemos demostrado es una correlación entre el consumo de cafeína y la longevidad; y hemos demostrado más rigurosamente, en pruebas de laboratorio, un mecanismo plausible para explicar por qué esto podría ser así'.
