Lima, Perú.
Esta capital sudamericana es puerta de entrada para los viajeros que van hacia Cusco y Machu Picchu. Antes de emprender el camino hacia la Ciudad Sagrada de los incas, es justo sacarle jugo a la estancia en Lima, saborear su efervescencia gastronómica y echar ojo a su propuesta cultural en los barrios de Barranco y Miraflores.
El Aeropuerto Internacional Jorge Chávez está situado en la Provincia de Constitucional del Callo, aproximadamente a una hora en auto de ambos barrios.
Sesiones famosas
“Que difícil debe ser no ser peruano”, dice la leyenda de una camiseta a la venta en la tienda de recuerditos del MATE o Museo Mario Testino.
Situado en el corazón del barrio de Barranco, este es el único museo en el mundo que exhibe una colección permanente del afamado fotógrafo limeño. En sus salas cuelgan imágenes que han protagonizado las páginas de prestigiosas revistas, entre ellas Vogue y GQ.
Se ve a Madonna posando para la portada del disco “Ray of Light” (1998), un close up de Kate Moss con los ojos maquillados de verde, azul y blanco, a Gisele Bündchen desnuda en una cama y a Brad Pitt con pelo muy corto, camiseta blanca y pantalones cafés
de cuero.
Hay una sala dedicada exclusivamente a la sesión de fotos que Testino hizo a la princesa Diana para la revista Vanity Fair, la última antes de su muerte.
Ritual para turistas
A pocos pasos del MATE está el Puente de los Suspiros, un famoso cruce de madera, construido a finales del siglo 19. La leyenda cuenta que a quien lo atraviesa por primera vez, aguantando la respiración de un extremo a otro, se le cumple un deseo.
Es uno de los rincones típicos a donde van las parejitas; en los alrededores hay varios restaurantes y bares con el característicos ambiente bohemio barranquino.
Sabor limeño
Imposible venir a Lima y no probar un fresquísimo cebiche. En la ciudad existen unas 20 mil cebicherías, pero una de las mejores es La Mar, del cocinero Gastón
Acurio.
Está en el barrio de Miraflores, uno de los más frecuentados por los viajeros, donde abundan hoteles de lujo, restaurantes, museos y parques.
“Todo mundo viene a ver y ser visto, la ciudad va a pasar delante de ustedes de todas maneras al sentarse en un café del barrio”, asegura Gladys, una limeña.
Es rico pedir platos para compartir al centro y así probar un poco de todo: cebiche de cabrilla, langosta, camarón; tiradito Gastón, de pejerrey, caldo de pescado, limón y condimentos, más el infaltable ají amarillo; un plato de conchas jumbo en salsa anticuchera y arroz blanco con choclo (maíz).
Hora de relajar
El final de una suculenta comida merece una caminata frente al mar. En el malecón de Miraflores es típico caminar por el Parque del Amor, inaugurado el 14 de febrero de 1993.
Entre sus flores y bancas -cuyas formas y mosaicos recuerdan al estilo gaudiano del Parque Güell-, la que roba las miradas es la escultura “El beso”, del peruano Víctor Delfín que muestra a una pareja de amantes en un abrazo.
Junto al parque ocasionalmente despegan parapentes turísticos que sobrevuelan el centro comercial Larcomar, la playa y el Pacífico.
Esta capital sudamericana es puerta de entrada para los viajeros que van hacia Cusco y Machu Picchu. Antes de emprender el camino hacia la Ciudad Sagrada de los incas, es justo sacarle jugo a la estancia en Lima, saborear su efervescencia gastronómica y echar ojo a su propuesta cultural en los barrios de Barranco y Miraflores.
El Aeropuerto Internacional Jorge Chávez está situado en la Provincia de Constitucional del Callo, aproximadamente a una hora en auto de ambos barrios.
Sesiones famosas
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“Que difícil debe ser no ser peruano”, dice la leyenda de una camiseta a la venta en la tienda de recuerditos del MATE o Museo Mario Testino.
Situado en el corazón del barrio de Barranco, este es el único museo en el mundo que exhibe una colección permanente del afamado fotógrafo limeño. En sus salas cuelgan imágenes que han protagonizado las páginas de prestigiosas revistas, entre ellas Vogue y GQ.
Se ve a Madonna posando para la portada del disco “Ray of Light” (1998), un close up de Kate Moss con los ojos maquillados de verde, azul y blanco, a Gisele Bündchen desnuda en una cama y a Brad Pitt con pelo muy corto, camiseta blanca y pantalones cafés
de cuero.
Hay una sala dedicada exclusivamente a la sesión de fotos que Testino hizo a la princesa Diana para la revista Vanity Fair, la última antes de su muerte.
Ritual para turistas
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A pocos pasos del MATE está el Puente de los Suspiros, un famoso cruce de madera, construido a finales del siglo 19. La leyenda cuenta que a quien lo atraviesa por primera vez, aguantando la respiración de un extremo a otro, se le cumple un deseo.
Es uno de los rincones típicos a donde van las parejitas; en los alrededores hay varios restaurantes y bares con el característicos ambiente bohemio barranquino.
Sabor limeño
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Imposible venir a Lima y no probar un fresquísimo cebiche. En la ciudad existen unas 20 mil cebicherías, pero una de las mejores es La Mar, del cocinero Gastón
Acurio.
Está en el barrio de Miraflores, uno de los más frecuentados por los viajeros, donde abundan hoteles de lujo, restaurantes, museos y parques.
“Todo mundo viene a ver y ser visto, la ciudad va a pasar delante de ustedes de todas maneras al sentarse en un café del barrio”, asegura Gladys, una limeña.
Es rico pedir platos para compartir al centro y así probar un poco de todo: cebiche de cabrilla, langosta, camarón; tiradito Gastón, de pejerrey, caldo de pescado, limón y condimentos, más el infaltable ají amarillo; un plato de conchas jumbo en salsa anticuchera y arroz blanco con choclo (maíz).
Hora de relajar
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El final de una suculenta comida merece una caminata frente al mar. En el malecón de Miraflores es típico caminar por el Parque del Amor, inaugurado el 14 de febrero de 1993.
Entre sus flores y bancas -cuyas formas y mosaicos recuerdan al estilo gaudiano del Parque Güell-, la que roba las miradas es la escultura “El beso”, del peruano Víctor Delfín que muestra a una pareja de amantes en un abrazo.
Junto al parque ocasionalmente despegan parapentes turísticos que sobrevuelan el centro comercial Larcomar, la playa y el Pacífico.
