Redacción. Islandia es un lugar mágico. Por el contraste entre sus paisajes volcánicos con ríos de lava y por albergar algunos de los glaciares más bellos del mundo, es conocida como la
Tierra de Fuego y Hielo.
Con veranos en los que el sol nunca acaba de ponerse e inviernos que casi no ven la luz del día, este destino también ofrece la oportunidad de ver algunos de los fenómenos más fascinantes de la naturaleza, como el sol de medianoche y las impresionantes auroras boreales que cubren el cielo con sus brillantes colores.
No es casualidad que Islandia, ubicada en el extremo noroeste de Europa, se haya convertido en todo un paraíso terrenal tanto para profesionales de la lente como para viajeros deseosos de practicar turismo fotográfico, toda una tendencia.
Estampas naturales tiene para derrochar. A los volcanes y glaciares hay que sumar géiseres, playas y cuevas de hielo. Al emprender una ruta, el viajero muy probablemente aviste caballos salvajes y se tope con bañistas aprovechando las propiedades curativas de las aguas del balneario geotermal Bláa Lónið o Laguna Azul.
Estas y otras ensoñadoras escenas, sin duda, animan a planear un viaje a este lejano destino, armarse con un buen equipo fotográfico e ir a la caza de la postal perfecta.
