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Aeropuertos circulares y sus pistas del futuro

  • 30 marzo 2017 /

Se llama La pista sin fin y está aún en fase de pruebas en simuladores virtuales de lo que podrían ser los aeropuertos del futuro.

Holanda.

Las pistas de aterrizaje del futuro no seguirán una línea recta, sino que tendrán una forma circular para aprovechar mejor el viento y posibilitar que hasta tres aviones puedan despegar o aterrizar al mismo tiempo.

Suena a película de ciencia ficción, pero el proyecto, con fondos europeos y encabezado por el Centro Aeroespacial de Holanda, tiene nombres y apellidos. Se llama La pista sin fin y está aún en fase de pruebas en simuladores virtuales de lo que podrían ser los aeropuertos del futuro.

“Necesitaremos al menos 20 años para poder ver las pistas”, explica el investigador del Centro Aeroespacial de Holanda, Henk Hesselink.

La idea viene a resolver una dificultad a la que se enfrentan pilotos de medio mundo y que, en los peores casos, provoca retrasos y desvíos de vuelos: el viento cruzado en los aterrizajes.

Cuando eso pasa, “el avión no tiene que volar recto, sino que debe hacer una maniobra complicada respecto a la pista, que está siempre en una dirección fija”, explica Hessenlink.

Soluciones
¿Cómo resolver ese problema? La respuesta es tan simple en su respuesta como complicada en su aplicación: construyendo en los aeropuertos pistas de aterrizaje circulares.

Los pilotos podrían así decidir qué punto les es más favorable para tomar tierra teniendo en cuenta la dirección en la que sopla el viento en ese momento.

La pista debería tener un diámetro de 3.500 metros, por lo que su longitud sería de diez kilómetros.

“En la práctica no usarías todo ese espacio”, explica Hessenlink, lo que posibilitaría que hasta tres aviones pudieran aterrizar o despegar al mismo tiempo.

La altitud de los bordes de la circunferencia sería un poco más alta que el centro del mismo, algo parecido a lo que ocurre en los velódromos que se usan en las carreras de ciclismo en pista, aunque no se trataría de una elipse, sino de un círculo.

Otra de las ventajas del proyecto es que los aviones podrían usar cualquier punto del círculo para despegar o aterrizar, lo que evitaría las maniobras que a menudo hacen los pilotos para colocarse en la misma dirección que la pista.

“Al estar en todas las direcciones, puedes volar directamente al aeropuerto al que te diriges y ser más efectivo”, dice Hessenlink.