Trujillo, Colón
La semana pasada viajamos al Parque Nacional Capiro y Calentura. Pero para llegar, tuvimos que pasar a un ladito de Guaimoreto. Perderse este humedal es un crimen.
El Refugio de Vida Silvestre Laguna de Guaimoreto se encuentra a muy pocos kilómetros de la ciudad de Trujillo, en Colón. Es una laguna de escasa profundidad frente al mar Caribe que ha sido ligeramente estudiada por los científicos y forma parte del sistema de humedales costeros de la Bahía de Trujillo y de los ríos Bajo Aguán y Chapagua.
Por estar tan alejado de las ciudades principales del litoral atlántico, el refugio no se incluye normalmente en las ofertas turísticas tradicionales. Una verdadera lástima. La Laguna de Guaimoreto y el Parque Nacional Capiro y Calentura forman parte de una oferta turística todavía sin explotar con una rica biodiversidad, una belleza escénica inigualable, además de una extraordinaria y casi desconocida herencia precolombina y colonial.
Vale la pena explorarla, sin duda alguna. La gran ventaja de este refugio es que es sumamente fácil acceder a la laguna y sus alrededores. Justo cinco kilómetros antes de entrar a Trujillo.
Si viaja desde la ciudad de La Ceiba (a unas tres horas aproximadamente), se pueden tomar los autobuses de las empresas de transporte Cotraipbal, Cotuc y Arianita. Ya estando en Trujillo se puede hacer contacto con la Fundación Calentura y Guaimoreto (Fucagua) en el teléfono (504) 2434-v4294 o previamente a través del correo electrónico fucagua@yahoo.com. También la Municipalidad de Trujillo a través de su Unidad Turística Municipal proporciona información y contactos para viajar a la laguna. O si no, existía hace un par de años un grupo de lancheros organizados formalmente llamados Lancheros Unidos. Ellos se podían contactar a través de los números (504) 2434-2806 y (504) 2434-3053. Es cuestión de probar.
Yo les recomendaría descansar cómodamente en la comunidad pech de Moradel Silín, a pocos minutos de la laguna. Una experiencia cultural que enriquecerá su vida. Allí, la comunidad posee el Centro Turístico Pech, con cabañas y restaurante (con un poco de suerte, podrá saborear el sasal; un platillo típico del pueblo pech).
Por supuesto, en la ciudad de Trujillo, el viajero puede encontrar otras diferentes opciones para comer y descansar, particularmente, a orillas de la playa en la bahía.
Si se va a realizar algún viaje dentro de la laguna o a cualquiera de los cayos cercanos en alta mar (trate, trate y trate de ir a Cayo Blanco o a Banco de Estrellas…¡uf!) es siempre recomendable llevar suficiente agua potable y algún bocadillo. Además de repelente para los mosquitos, gorras o sombreros y protectores solares para la piel. Su próximo destino: Guaimoreto sin duda alguna.
