El Progreso, Honduras.
La Perla del Ulúa, también llamada Ciudad Bonita, no solo es un paso obligado para miles de hondureños que viajan de la zona central al atlántico del país o viceversa y al Valle de Sula, sino también uno de los sitios con una variedad de encantos naturales, desde una catarata que nace entre las piedras de la reserva Mico Quemado hasta un museo que conserva la historia del Ferrocarril Nacional.
Los que se dejan consentir y abrazar por las cristalinas y frescas aguas del chorro Las Minas se enamoran y lo convierten en un punto de preferencia. El lugar se encuentra en las faldas de la montaña en la aldea Las Minas. Eso no es todo, tanto en el sur como en el norte de El Progreso hay quebradas que atrapan al visitante. A ese ambiente se suman los balnearios en restaurantes y hoteles que permiten al turista sentirse como en casa. También está el campamento Las Américas.
Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de los animales y experimentos orgánicos en el centro Naranjo Chino.
En el centro de la ciudad se halla el Museo Ferroviario, una joya de la historia de la época bananera del país. Los monumentos y flores embellecen los bulevares, al igual que su catedral Las Mercedes con su diseño español.
En el corredor a Tela hay varios sitios para deleitar el paladar. Uno de estos es el comedor La Moy, y si eso no es suficiente, en Tío Dolmo están las rosquillas y tamalitos.
La Perla del Ulúa, también llamada Ciudad Bonita, no solo es un paso obligado para miles de hondureños que viajan de la zona central al atlántico del país o viceversa y al Valle de Sula, sino también uno de los sitios con una variedad de encantos naturales, desde una catarata que nace entre las piedras de la reserva Mico Quemado hasta un museo que conserva la historia del Ferrocarril Nacional.
Los que se dejan consentir y abrazar por las cristalinas y frescas aguas del chorro Las Minas se enamoran y lo convierten en un punto de preferencia. El lugar se encuentra en las faldas de la montaña en la aldea Las Minas. Eso no es todo, tanto en el sur como en el norte de El Progreso hay quebradas que atrapan al visitante. A ese ambiente se suman los balnearios en restaurantes y hoteles que permiten al turista sentirse como en casa. También está el campamento Las Américas.
Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de los animales y experimentos orgánicos en el centro Naranjo Chino.
En el centro de la ciudad se halla el Museo Ferroviario, una joya de la historia de la época bananera del país. Los monumentos y flores embellecen los bulevares, al igual que su catedral Las Mercedes con su diseño español.
En el corredor a Tela hay varios sitios para deleitar el paladar. Uno de estos es el comedor La Moy, y si eso no es suficiente, en Tío Dolmo están las rosquillas y tamalitos.
