Redacción
Hubo una época en la que los padres discutían con sus hijos por la gran cantidad de tiempo que le dedicaban a los juegos de video, pero los tiempos han cambiado.
Ahora no solo los animan a jugar, sino que llegan incluso a pagarles tutorías a fin de que mejoren sus habilidades como jugadores.
Este fenómeno ha sido reportado en los medios y un juego destaca por encima de todos en esta tendencia.
Se trata de Fortnite, el megaéxito creado por la compañía Epic Games que se ha convertido en uno de los juegos más populares de todos los tiempos.
De acuerdo con los reportes antes citados, algunos padres pagan hasta 50 dólares por una clase de cuatro horas a fin de hacer que sus hijos mejoren su dominio del juego. ¿Por qué razón harían algo así?
Cuestión de estatus
Parte de la respuesta tiene que ver con el hecho de que los padres de hoy en día, fueron ellos mismos aficionados a los videojuegos en su niñez y adolescencia.
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Quizá todavía los disfruten y por tanto, quieren que sus hijos disfruten de una buena posición entre sus compañeros, en una especie de presión social para ser bueno en algo que está muy de moda entre los jóvenes, puedan estar “a su nivel” y, de paso, evitar burlas por ser menos hábil que otros.
Motivos prácticos
Pero el estatus no es la única razón detrás de los esfuerzos de los padres. Parece haber también motivaciones más prácticas.
Por ejemplo, algunas universidades en Estados Unidos ofrecen becas u otros incentivos económicos para que los alumnos integren sus nuevos equipos de “deportes electrónicos”, conocidos en inglés como ‘eSports’.
Entre los incentivos ofrecidos figuran becas parciales o descuentos en el pago de matrículas y mensualidades.
Además de Fortnite, existen otros juegos populares que también son considerados por las universidades para ofrecer estos beneficios. La lista incluye juegos como Rocket League, League of Legends y Overwatch.
