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Televisor o proyector ¿Cuál es mejor para ver el Mundial?

  • 05 junio 2018 /

Los pro y los contra de las opciones para ver los partidos de Rusia 2018

Redacción

A pocos días de que comience en Mundial de Rusia 2018, los fanáticos al fútbol tienen un dilema: ¿Cuál es la mejor opción para ver los partidos?

Además del televisor tradicional, han hecho su entrada en el mercado los proyectores de alta definición y aunque ambas opciones tienen sus méritos, hay ciertos aspectos que conviene tomar en cuenta a la hora de adquirir la mejor tecnología para ver el Campeonato Mundial de Fútbol, en vivo, a todo color y en ultra alta definición.

El tamaño sí importa

Los proyectores suelen utilizar una pantalla muy grande, pero los televisores de pantalla gigante se pueden encontrar hasta en tamaños de 60 pulgadas o más, mientras que las pantallas de los proyectores pueden tener entre 100 y 120 pulgadas, con buena reproducción de color, excelente brillo y resoluciones de hasta 1080p, a un costo mucho menor que un televisor 4K UHD de pantalla gigante. De modo que con el proyector se obtiene el mejor tamaño de imagen un precio menor que el de un televisor.

Brillantez

La luz de ambiente requiere regulación cuando se usa un proyector, pues mientras más iluminada esté la habitación, más brillo requiere para evitar que la imagen se difumine, pero hay que recordar que a más brillo, más consumo de energía.

Los televisores LED, incluso los más económicos, no tienen este problema, pues son capaces de proyectar suficiente brillantez sin incrementar considerablemente nuestra factura eléctrica.

Por otra parte, las bombillas de los proyectores pierden intensidad con el tiempo y su remplazo no resulta barato. Los televisores LED pueden mantener el nivel de brillo durante toda la vida útil del aparato.

Una cuestión de contraste

El contraste determina la calidad de la imagen en base a un equilibrio entre el brillo y el color negro. En este caso un proyector depende de cuán oscura se encuentre una habitación para presentar un contraste óptimo.

A los televisores también los puede afectar la luz ambiental, pero pueden hacerle frente a esto aumentando el contraste con ayuda de la luz de fondo, cosa que no pueden imitar los proyectores.

Resolución a la orden

En este apartado los televisores llevan la ventaja, pero no hay que olvidar que los precios por los aparatos con la resolución más alta pueden costar decenas de miles de lempiras, mucho más que un proyector, pero los televisores ofrecen también opciones de buena calidad a precios más económicos.

En este rango, un televisor 4K HDR es una opción que vale la pena considrar.

Colores más precisos

Existen en el mercado opciones de proyectores con muy buena precisión de color. Los modelos DLP, LCD de tres chips o los LCOS ofrecen excelente color a un precio razonable, mientras que opciones similares en televisores tienden a tener precios más elevados.

projector in action with illuminated blue screen and copy-space

Los proyectores ofrecen buena calidad de imagen a un precio más módico.
Los televisores tienen la ventaja de proyectar una paleta de colores más amplia, sobre todo en los equipados con un alto rango dinámico (HDR), pero en este campo los proyectores acortan distancias con modelos compatibles con este formato y que se vuelven cada vez más comunes.

Sonido de calidad

A la hora de sacar el máximo provecho a la experiencia de cine en casa, el sistema de sonido puede hacer toda la diferencia.

Los televisores de nuevo parten con ventaja por la sencilla razón de que tienen los altavoces incorporados. Los proyectores, aunque vengan equipados con parlantes, los traen por lo general muy pequeños y su ubicación, en la parte posterior o arriba, puede resultar muy inconveniente.

Sin embargo, si se cuenta con un sistema de altavoces externo, el proyector puede ofrecer la mejor experiencia pues aunque los televisores pueden tener buenos altavoces, nunca superarán a un sistema de sonido.

Facilidad de instalación

Aquí difícilmente hay punto de comparación, pues un televisor, por muy grande y delicado que sea es mucho más fácil de instalar, aún si se cuelga de la pared. Y una vez instalado, su uso no tiene mayor complicación.

El proyector en cambio, requiere más esfuerzo de instalación pues requiere contar con suficiente espacio para la pantalla y su colocación es más complicada de lo que parece. Su uso también es más complejo y a menudo requiere de ajustes y configuraciones para obtener una imagen óptima.

Conclusión

La balanza parece inclinarse un poco más hacia los televisores, cuyo uso no es tan complicado y ofrecen buenas prestaciones.

La mayor ventaja del proyector parece ser su precio, con el que se puede obtener una imagen de gran calidad a un precio asequible, pero con un mayor grado de complicación en su uso.

Al final la decisión depende de lo que los usuarios tengan en casa y de los gustos de cada uno.