A medida que el mundo entraba en el 2018 lo hacía también una enorme cantidad de mensajes, la mayoría con ocasión del nuevo año que comenzaba.
La enorme carga de trabajo fue demasiada para los servidores, los que terminaron colapsando y provocando una caída del servicio a nivel mundial que en algunos lugares duró varias horas.
Lo anterior no es de extrañar considerando que más de 1,000 millones de personas tienen una cuenta en WhatsApp. El sitio Down-detector, que monitorea esta clase de sucesos, registró en pocas horas miles de quejas por la caída del servicio, en tres categorías principales: problemas para el envío y recepción de mensajes (37%), problemas de conexión (31%).
WhatsApp está disponible en más de 180 países, muchos de los cuales comparten zona horaria por lo que la acumulación de todos esos millones de mensajes casi simultáneos hacían la caída casi inevitable.
Esperemos que la compañía tome nota y se prepare de antemano para el próximo año.
