Marcos , pequeño de estatura, el menor de todos y que parece ser el más extrovertido del grupo, recuerda que cumplió 14 años el 31 de mayo, pero que “fue un día triste” porque “lo pasé aquí, mi mamá me trajo pastel y lo compartí con compañeros”.
La falta de garantía de una reinseción social por parte del Estado, cuando menores cumplen su sanción en los centros, los vulnera a volver a delinquir.
Después de unos 15 minutos de revisión y llenado de fichas nos llevan a la oficina del director Óscar Danilo Turcios, un hombre de contextura gruesa y porte alto, quien se levanta de su elegante silla para darnos la bienvenida con un firme apretón de manos y pide nos sentemos mientras su asistente trae una taza de café con pan.