Según el Ministerio Público, el Banco Central mantenía guardados los más de 63 millones de lempiras como evidencia, pero la fiscal Sofía Medina los retiró sin autorización superior.
Estos buscan contactar a personas que tienen parientes en los Estados Unidos, haciéndose pasar por su familiar o como representantes de empresas de envíos, y le dicen que se les ha exportado una encomienda, pero que deben pagar los gastos de aduana, por lo que solicitan el depósito a cuentas bancarias, consumando así la estafa.