Se trata de la primera confrontación directa entre Estados Unidos y los hutíes que deja víctimas entre los insurgentes desde que los rebeldes comenzaran a lanzar hace dos meses andanadas de misiles y drones contra el sur de Israel y también contra buques con la bandera del Estado judío o propiedad de empresas israelíes en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb.