Un error clave que cometen las personas es que a menudo pasan por alto las señales de que los canes están estresados o ansiosos, a veces, un precursor de comportamiento agresivo.
Los hábitos tienen un gran impacto en nuestra salud general. El dormir bien, una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, aprender a gestionar el estrés y mantener las relaciones sociales