Ante decenas de miles de personas reunidas en la plaza y la presencia de 75 cardenales llegados para este consistorio y tras la lectura en latín del ritual de creación de cardenales y la proclamación de los mismos, los purpurados se presentaron uno a uno ante el pontífice para recibir de rodillas el birrete cardenalicio rojo y el anillo, que son los dos signos del cardenalato.