Expertos alertan sobre la fragilidad del sistema penitenciario hondureño y recomiendan medidas para evitar ingreso de drogas a través de grupos vulnerables en las cárceles de máxima seguridad
Los reclusos trasladados por la Policía Militar son de alta peligrosidad y pertenecen a diferentes estructuras criminales que mantienen en zozobra a la población hondureña.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, designó el control de los centros penales a la Policía Militar y esta presentó este lunes los primeros resultados en cuanto a decomisos de armas, droga y otros objetos utilizados por reclusos.
Los religiosos aseguraron que no están en contra de la Operación “Fe y Esperanza” que ejecuta la Policía Militar, pero denuncian que algunos de los reclusos son tratados como “perros” durante las requisas.
Ante opiniones de algunos sectores, incluyendo defensores de derechos humanos, en el sentido de que en la intervención de las prisiones se estarían violentando derechos de los privados de libertad y que la operación es una copia de lo que se está haciendo en El Salvador con los pandilleros presos, Muñoz indicó que todo se está haciendo con “procedimientos normales”.
Sentados en el suelo y con su cabeza agachada, descalzos, sin camisetas y unos detrás de otros, así fue como los reos de la cárcel de Támara, Honduras, fueron sometidos hoy por miembros de la Policía Militar para requisar sus celdas.
La Policía Militar del Orden Público asumirá a partir del 1 de julio del presente año la coordinación, dirección y control de los 21 centros penales del país, informó el Gobierno.
El Comité Nacional de Prevención Contra la Tortura, en su informe de 2022, constató un caso de abuso de autoridad al permitir la salida de privadas de libertad para una cena navideña sin seguridad y sin reportar en los controles de aduanas
Defensores de Derechos Humanos, organismos internacionales y sociedad civil, condenaron la muerte de 41 privadas de libertad en cárcel femenina de Támara