Santa Rita, Yoro.
Tres hombres resultaron heridos de bala la tarde de ayer en el centro de este municipio al ser atacados a balazos por un desconocido que se conducía en una motocicleta.
Los heridos son Fredy Omar Salinas (22), José Arnoldo Torres (22) y Ricardo Castro (40), todos fueron trasladados al hospital público de El Progreso.
Según testigos, el hecho sucedió minutos antes de las 2:00 pm cuando un grupo de personas entre hombres y mujeres se reunían en la vivienda de la familia de José Armando Flores Fuentes (27), raptado el pasado 18 de septiembre.
El grupo se disponía a salir a buscar al joven, del cual se desconoce su paradero, cuando frente a la casa se paró un hombre con casco que se conducía en una motocicleta, sacó una pistola y comenzó a disparar contra todos los allí presentes.
Varios lograron correr y refugiarse dentro de la vivienda, pero el sujeto logró huir dejando heridos a los tres hombres, parientes y amigos del desaparecido.
Zozobra
El ataque se dio a pocos metros de la escuela de varones Dionisio de Herrera, por suerte en ese momento los niños se encontraban en clases, pero al escuchar las detonaciones se formó la alarma, obligando a los maestros a despachar a los alumnos para sus casas.
La esposa de José Arnaldo Torres y hermana del joven desaparecido y quien pidió omitir su nombre por seguridad dijo a la Policía que suponen que el atentado puede venir de las mismas personas que se llevaron a su pariente.
“Lo hemos buscado por todas partes y no lo encontramos, pedimos a esas personas que lo tienen que respeten su vida y que lo regresen sano y salvo, él es un hombre tranquilo y no se merece que le hagan algo malo”, expresó la dama.
Los amigos y familiares buscaron la ambulancia del centro de salud y un carro particular para trasladar a los heridos al hospital.
La situación se tornó más complicada cuando el carro en que transportaban a Fredy Omar Salinas y a Ricardo Castro se quedó sin combustible, por lo que fue necesario trasladarlos a otro automotor.
Una patrulla se mantenía vigilante en la entrada a la sala de emergencia del hospital para proteger a los baleados que se recuperan.
