Balfate, Colón, Honduras.
En una zona montañosa próxima a la aldea de San Miguel de este municipio se estrelló una avioneta con procedencia de México el pasado lunes a eso de las 10:00 pm.
Sin embargo, fue hasta el pasado jueves a las 10:00 am que tres habitantes de esta comunidad descubrieron los escombros de la aeronave y los cadáveres de los tripulantes que yacían en la zona del accidente.
A partir de la documentación que extrajeron del aeroplano, autoridades de la Fuerza Interinstitucional Nacional (Fusina), los hombres que venían a bordo y que perdieron la vida son Jesús Bejarano Cañedo, identificado como el piloto, y Flavio Lizárraga Fernández, propietario de la avioneta.
La licencia además reveló que se trataba de un avión privado y no comercial procedente de Culiacán, Sinaloa. Germán Palma, jefe regional de Fusina, confirmó que “al momento de estrellarse la avioneta no portaba drogas, armas, ni dinero”.
Unos botellones vacíos supuestamente para almacenar combustible, latas de cerveza mexicana, unas maletas y unas cajas fueron reportadas como el cargamento que llevaban los pilotos. El difícil acceso a la hondonada adonde cayó la tripulación atrasó los procesos de identificación y extracción de los cadáveres.
Para llegar desde Balfate se debe tomar un desvío de al menos 20 minutos en carro, pero debido al deteriorado terreno hasta la comunidad de San Miguel, se debe caminar al menos tres horas hasta donde los restos de la avioneta se encontraban cubiertos bajo ramas y árboles.
Santos López, habitante de la aldea, relató que el pasado jueves escucharon ladrar a sus perros cerca de la zona y entonces se movilizaron para encontrar, a su asombro, el cuerpo de una de las víctimas, afuera de la aeronave y asomándose por una abertura el brazo de la otra. “No tocamos nada y nos regresamos de inmediato para alertar a la Policía”, recordó.
Elementos de la Fusina se movilizaron de inmediato, pero fue imposible ese día lograr que los fiscales llegaran hasta el sector. Elementos de las Fuerzas Armadas se movilizaron en un grupo para inspeccionar el espacio y determinaron que sería necesario que los inspectores llegarán hasta la demarcación con la asistencia de un helicóptero.
Habitantes de las comunidades vecinas de San Miguel relataron que fue el lunes por la noche que vieron una aeronave sobrevolando la zona de playa en Balfate y fue después de unas tres vueltas que la tripulación dejó caer unos contenedores en el mar. Minutos después una lancha que se movilizó a toda velocidad recogió los paquetes y se los llevó.
El estruendo al estrellarse la aeronave lo escucharon al menos una hora después; pero la zona boscosa impidió que identificaron exactamente dónde había caído la avioneta.
Hasta ayer, las autoridades lograron llegar a la zona pararecoger las evidencias y levantar los cadáveres. Las autoridades investigan si hay conexión entre la avioneta accidentada en las montañas de Balfate con la detención de dos pilotos también mexicanos el pasado domingo en el aeropuerto de La Ceiba cuando intentaban despegar cargando 24 recipientes de combustible.
