San Pedro Sula. Fueron amigos desde la niñez y según sus familiares eran inseparables, al grado que la muerte los sorprendió cuando se encontraban juntos.
Norman Antonio Thomas (15) y Jonathan Eduardo Varela López (16) salieron de sus viviendas el pasado jueves por la noche; habían quedado de encontrarse en una pulpería de la colonia Vida Nueva del sector de Cofradía, donde acostumbraban a reunirse por las tardes. Aquella breve despedida de sus familiares fue definitiva, a los menores no se les volvió a ver con vida.
Pasadas las horas y ante la desaparición de los dos amigos, sus familiares empezaron su búsqueda junto con un grupo de vecinos. “Le pedimos a la Policía para que nos ayudara a buscar los muchachos; si hubieran atendido la denuncia, posiblemente ahora estarían vivos”, relató entre lágrimas una de las familiares. Durante toda la noche no se hallaron rastros de los menores, fue hasta las 8:00 am de ayer que se retomó la búsqueda cuando encontraron los dos cadáveres en las cañeras de Cofradía. Ambos presentaban múltiples heridas de bala. Los familiares decidieron levantar los cuerpos y trasladarlos a una vivienda, adonde los prepararon.
Varela López era estudiante del tercero de ciclo común del Instituto Hondureño de Educación por Radio (Iher) y en su tiempo libre se dedicaba a ayudarles a sus padres a vender en una pulpería.
Thomas era un adolescente muy querido por sus amistades, quienes lo describieron como una persona tranquila y servicial.
Vecinos de Cofradía manifestaron que posiblemente a los jóvenes los estaban vigilando para matarlos. “Aquí aunque uno mire no puede hablar porque todos vivimos atemorizados, hasta los mismos policías tienen temor porque acá hay personas muy peligrosas”, expresó un poblador.
No entregan cuerpos
Ayer por la mañana, autoridades de Medicina Forense, fiscales y agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) llegaron a la colonia Vida Nueva para levantar los cuerpos y cumplir con los procedimientos de ley; pero los familiares se negaron a entregarlos. Ante la negativa, las autoridades se retiraron del lugar, pero advirtieron que regresarán para hacer la exhumación de los cuerpos.
“No queremos que ninguna autoridad venga a querer llevarse nuestros parientes, cuando uno los necesita nunca nos atienden, ahora que nos dejen llorar en paz a nuestros muertos”, agregó uno de los parientes. Autoridades policiales señalaron que el doble crimen podría estar relacionado con problemas entre pandillas de la zona.
En lo que va del año, al menos cinco menores de edad han sido asesinados en Cofradía, que es considerado uno de los sectores más violentos del Valle de Sula por la alta incidencia de grupos criminales, según las autoridades.
Los cuerpos de los dos menores fueron sepultados ayer en horas de la tarde.
