Choluteca. La Unidad Nacional élite de Antipandillas y Secuestros (UNAPS), de la Policía Nacional, rescató ayer a un joven de 21 años que había sido privado de su libertad desde el pasado 17 de marzo, cuando se dirigía a su casa en el municipio de Orocuina en Choluteca.
La exitosa operación realizada por esta nueva unidad policial, contó además con el apoyo de elementos del Grupo de Operaciones Especiales Tácticas (GOET), 10 agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), de Choluteca y 30 soldados del Ejército.
El operativo se concentró en la montaña El Portillo, en Orocuina, Choluteca, donde el secuestrado fue encontrado atado a un árbol, a la intemperie, con sus pies y manos atadas, sus ojos vendados y amordazado de su boca para impedir que gritara y pidiera auxilio.
“Fue impactante encontrar al joven en las condiciones que lo mantuvieron por casi 10 días. Su cuerpo presenta lesiones producto de los golpes que le propinaban los secuestradores.
Tras un rastreo en la zona con el uso de equipo tecnológico de punta fue posible su rescate”, dijo uno de los agentes de la UNAPS.
Los detenidos fueron identificados como los hermanos: Alis Alberto (30), Juan Bautista (38) y Santos Leocadio Corrales Sánchez (54). Y junto a ellos Marvin Alonzo (25) y Jairo Rolando Corrales Reyes (22), sindicados por la Policía como miembros de la banda “Los Corrales”.
La víctima tras el rescate, fue evaluado por un médico forense y entregado a sus familiares, quienes agradecían la labor de los agentes especializados por devolverles sano y salvo a su pariente.
El secuestro
A las 2:00 pm del 17 de marzo, el joven se conducía rumbo a su casa de habitación por una calle de Orocuina, abordo de un vehículo, cuando fue interceptado por cinco individuos armados quienes lo llevaron con rumbo desconocido. La desaparición del muchacho obligó a sus padres a buscarlo en la comunidad, pero una llamada de los secuestradores confirmó lo que temían, el joven había sido secuestrado.
“Hubo llamadas de distintos teléfonos celulares, los secuestradores solicitaban a los familiares varios millones de lempiras”, informó uno de los agentes.
Gracias al aporte de los instructores antisecuestro GAULA de Colombia, se inició la intercepción de las llamadas telefónicas y con el aporte logístico de una embajada en el país, se logró identificar a los sospechosos a través de tecnología, análisis técnicos de información y rastreo. “Toda la logística ayudó para identificar a la organización Los Corrales, un grupo criminal dedicado al secuestro y extorsión que operaba en la zona Sur del país”, explicó el agente.
Al momento de la captura se les decomisó nueve celulares y tres armas de fuego.
Los Corrales, informaron las autoridades tenían órdenes de captura por los delitos de homicidio simple, robo, extorsión e intento de secuestro.
El rescate
El amplio dispositivo de las autoridades acorraló a los secuestradores. Bajo un árbol la víctima observaba la acción, las lágrimas rodaban en sus mejillas y tras que los agentes lo desataron solo pudo dar las gracias.
“Gracias, me salvaron la vida. Yo oré cada noche pidiendo a Diosito que me enviara ángeles. Cuando escuché bulla en la maleza, pensé que era una fiera que me iba a devorar. Pero gritaron mi nombre y dijeron que eran policías, entonces lloré. Me salvaron, ellos eran malos, siempre me dejaban amarrado en los hormigueros”, dijo el secuestrado.
Hoy en los Juzgados de Choluteca, se celebrará la audiencia de declaración de imputado contra los cinco detenidos acusados por el delito de secuestro.
