Sabá, Colón, Honduras.
Un guardia de seguridad de una farmacia en Sabá, Colón, fue asesinado el viernes en horas de la noche por varios delincuentes que se transportaban en un vehículo y andaban fuertemente armados.
La víctima responde al nombre de Santos Arnaldo Urbina (38), originario del departamento de Olancho y residente en Sabá, Colón.
Según las autoridades policiales, el móvil del crimen fue por el robo del arma. El cuerpo del celador recibió cinco impactos de bala y quedó tendido frente al lugar donde laboraba. Urbina tenía unos seis meses de laborar en la empresa de seguridad.
'Ya no se respeta la vida de nadie, aquí matan a una persona como cualquier cosa, porque no se castiga a los culpables', dijo uno de los vecinos que llegó a ver el cuerpo sin vida.
José Bejarano, jefe de la Policía de Sabá informó que no hay detenidos por este caso. 'Hacemos patrullajes constantes en toda la ciudad, pero a veces los delincuentes esperan que pasen las autoridades', dijo Bejarano.
Elementos del ejército y la Policía Preventiva buscaron a los autores del crimen en diferentes salidas de la ciudad sin encontrar sospechosos hasta el momento.
El ahora occiso estaba casado y tenía dos hijos.
La muerte a guardias de seguridad parece ser el nuevo blanco de los delincuentes quienes lo hacen por robarles sus armas y otros por asaltar los negocios donde laboran.
El pasado 08 de marzo fue asesiando por el robo de su arma un guardia de seguridad en San Pedro Sula. El pasado mes de febrero causó gran consternación entre la población hondureña la muerte de un guardia de seguridad de una agencia financiera en Choloma, Cortés; y un mes antes, a otro guardia en la ciudad de El Progreso, Yoro.
