Mezapa, Atlántida
Todo un pueblo se congregó para dar el último adiós a la familia Muñoz Rodezno. El centro Bambú recibió a hombres, mujeres y niños, que indignados condenaron el abominable crimen que cobró la vida de cinco miembros de la familia.
A las 2:30 pm de ayer, el cortejó partió al cementerio general. En cinco vehículos fueron colocados los féretros, acompañados por toda la comunidad, que exigía justicia por el abominable hecho que marca la vida de este poblado.
“No hay palabras de consuelo para la familia. Estamos agradecidos por la solidaridad de todo el pueblo en estos momentos de dolor. La unidad es evidente y ahora solo nos queda confiar en que este caso no quedará impune”, expresó Óscar Carmelo Fúnez.
Los ataúdes de María Lourdes Rodezno (37) y sus cuatro hijos, Bayron Noel (10), Josué (12), Edwin Raúl (15) y Esaú Muñoz Rodezno, de año y medio, fueron colocados en las cinco fosas que la familia preparó para darles cristiana sepultura.
Madre e hijos fueron asesinados la noche del pasado lunes por pistoleros que irrumpieron en su vivienda.
Las lágrimas afloraron no solo en los familiares, sino en aquellos niños y niñas de segundo y tercer grado de la Escuela Juan Ramón Molina, quienes recordaban a sus compañeros de escuela, a quienes no volverán a ver.
La lluvia acompañó ese momento para sellar el adiós a las víctimas inocentes de una tragedia que será difícil de olvidar.
Indignación
Las lágrimas rodaban por el rostro de Constantino Paz, abuelo de los menores asesinados. El hombre, a sus 70 años, vive la peor tragedia de su vida y sus frases se entrecortan al revivir la forma como encontró muertos a sus parientes.
“Perdí las fuerzas. Estoy con un dolor en el corazón. Me han dado un golpe que no sé si voy a superar. No debieron mostrar tanta crueldad con esos niños que no debían nada. Estamos destrozados. Que sea Dios el que nos dé fuerzas para resistir esta tragedia”, expresó Paz.
Tíos, primos, vecinos, amigos y compañeros de las víctimas estaban acongojados y en medio del dolor pedían respuestas a las autoridades.
“Este pueblo debe protestar. Este hecho nos amargó. En vez de darles confites el Día del Niño, por qué nos tocó vivirlo con dolor. Si la autoridad no hace nada, estamos perdidos, vamos de mal en peor”, dijo Purificación Paz, amigo de la familia.
En circunstancias como la ocurrida en una comunidad no acostumbrada a la violencia, el asesinato de esta familia deja la huella de impotencia y dolor que no solo vive la familia, sino todo el poblado.
“Mezapa tiene un índice de criminalidad grande. Hoy todos protestamos porque estamos indignados. Estas deben ser las estadísticas que debe ver el Gobierno, porque sí son reales”, apuntó Rubén Osorto.
Investigación
Aunque dos equipos de la Dirección Nacional de Investigación Criminal trabajan en el caso, aún no tienen elementos claros que establezcan claramente la identidad de los responsables.
Ayer, un equipo especializado en retratos hablados trabajaba en la elaboración de bocetos de los asesinos que fueron identificados por testigos. “Se trabaja en el caso. Es complejo. La venganza por enemistad personal genera esta cadena de muerte. Esperamos en las próximas horas junto al Ministerio Público tener datos concretos para dar pasos importantes que lleven a resolver el caso”, dijo un investigador.
Las autoridades policiales informaron que sobre el esposo y padre de las víctimas existe una orden de captura emitida por el Juzgado de Letras de Tela el 23 de noviembre de 2012 por asesinato en su grado de tentativa de ejecución.
Ayer fue notoria la ausencia de Saúl Muñoz en el velatorio y entierro de su esposa e hijos. Familiares afirmaron que el hombre está escondido por temor de que lo capturen y amenazas de grupos que serían los que asesinaron a su familia.
La menor que sobrevivió a la masacre continúa bajo la protección del Ministerio Público, informaron las autoridades.
