Eduardo Alejandro Coello Chávez (32), hijo del doctor Carlos Sosa Coello, exembajador de Honduras ante la OEA (Organización de Estados Americanos), fue asesinado ayer en esta capital.
Los cuerpos de investigación policial realizan las pesquisas de rigor en torno al crimen del hijo del que fuera embajador.
El cuerpo sin vida de Eduardo Alejandro Coello, quien tenía su domicilio en Tela, Atlántida, fue descubierto alrededor de las 4:00 de la madrugada de ayer cerca del edificio de la Enee (Empresa Nacional de Energía Eléctrica), en la residencial El Trapiche, con heridas de bala en la cabeza, informaron fuentes policiales.
Empleados del Ministerio Público, equipos de la DNIC (Dirección Nacional de Investigación Criminal) y de la Policía Preventiva hicieron el reconocimiento legal y trasladaron el cadáver a la morgue en calidad de desconocido debido a que no le encontraron documentos personales.
Las autoridades constataron que el joven falleció de un disparo en la cabeza que le infirieron malhechores que por la tarde aún no habían sido identificados por la Policía.
Fue un trabajador del doctor Carlos Sosa Coello, quien identificó a Eduardo Alejandro en la morgue de Medicina Forense y les dio la trágica noticia a los familiares.
Un equipo de la Sección de Homicidios de la Dnic (Dirección Nacional de Investigación Criminal) inició las averiguaciones en la escena con el fin de identificar y capturar a los autores materiales del repudiable suceso.
Se supo que los criminales se llevaron el vehículo que conducía la víctima, una camioneta Toyota Four Runner, de la que no se lograron obtener las demás características.
Iba de viaje a Francia
Un doliente relató que Coello Chávez se encontraba de vacaciones y que en los próximos días se trasladaría a Francia a seguir sus estudios profesionales.
Su progenitor, Sosa Coello, también exprecandidato presidencial del Pinu (Partido Innovación y Unidad), se presentó a la morgue capitalina, donde lamentó el inesperado deceso de su hijo.
En medio de su dolor, relató que Eduardo Alejandro salió la noche del jueves y llamó a un amigo para invitarlo a que fueran a departir y a las 4:00 de la madrugada lo encontraron muerto con un impacto de bala.
Agregó que el ahora occiso deja una niña de seis meses de edad y a su esposa, una muchacha europea, y que en los próximos días viajarían todos a Francia. Los hondureños, lamentó, lo vivimos todos los días y todas las familias nos sentimos adoloridas y tristes.
Además del carro, a la víctima le robaron los documentos, dinero y otros artículos de valor.
La DNIC continuaba anoche las investigaciones.
