Sotero Gómez se agarraba la cabeza con las dos manos por el dolor de haber perdido a su hijo Miguel de 14 años de edad, quien sufrió una fractura en el cráneo al caer de un árbol de cacao intentanto alcanzar uno de sus frutos.
Durante los 24 días que el muchacho permaneció en coma tras la caída, don Sotero estuvo durmiendo en cartones, al pie de la puerta de la emergencia de pediatría en el hospital Mario Rivas de San Pedro Sula, al norte de Honduras, según dijo entre lágrimas.“No me podía alejar mucho, porque tenía que estar dándole leche tomada, y cambiándole el pañal”, detalló.
Desde el día del accidente, el padre no volvió a escuchar la voz del jovencito hondureño porque quedó en estado inconsciente.“Es duro, no sé cómo voy a regresar a mi casa con él muerto. Sé que tengo que resignarme y aceptar la voluntad de Dios”.
El día del hecho, Miguel venía con dos hermanos de chapear un solar. Les faltaba menos de un kilómetro para llegar a su casa ubicada en la aldea Planes de Icaque en el municipio de Arizona, Atlántida, cuando el muchacho, tentado por los frutos de cacao, se subió al árbol de aproximadamente dos metros de altura.
“Ellos iban contentos porque habían logrado un contrato para limpiar un solar, y eso representa dinero para la comida, nosotros somos gente pobre, ya venían de regreso cuando todo pasó.
Me dijeron que el palo era bajo, pero el problema fue que él pegó la cabeza en alguna piedra al caer y por eso quedó inmovilizado”.Después de 24 días de lucha por vivir, el jovencito dio su último suspiro ayer por la mañana en la sala de emergencia.
Sotero Gómez dijo que siempre recordará a su hijo como un muchacho muy alegre y preocupado por sus demás hermanos. “Tengo cuatro hijos más, pero él era muy especial para mí”, dijo.Los restos del menor fueron trasladados hasta el lugar adonde reside su familia.
