“Por favor no me mates, no me mates”, le suplicó José Rolando Girón Miranda (46) a su victimario antes que este halara el gatillo de un arma. Puso como escudo la Biblia que cargaba, pero las balas traspasaron el libro sagrado y le quitaron la vida de inmediato.
Girón Miranda era licenciado en administración de empresas y laboraba como jefe de compras y suministros de la Municipalidad de El Progreso. Fue ultimado ayer a las 7:00 am a pocos metros del apartamento adonde vivía en la colonia Roberto Delgado Mangandí de esta ciudad.
Según versiones de vecinos, el funcionario, como de costumbre, salía hacia su trabajo minutos antes de las 7:00 am con su inseparable Biblia en mano. Apenas había caminado unos pocos metros cuando un hombre desconocido se le acercó y luego de apuntarle con una pistola le disparó en varias ocasiones. “Él se arrodilló y le suplicó al hombre que no lo matara, agarró su Biblia y se la puso enfrente al sujeto, pero este no se apiadó y le disparó en varias ocasiones”, expresó un vecino del lugar que presenció el crimen. Agregó que el homicida salió corriendo y se subió a una motocicleta la cual había dejado a una cuadra de la escena del crimen.
Los pobladores avisaron a la Policía y cuerpos de socorro, quienes se desplazaron al lugar, pero ya no había nada que hacer: Girón Miranda pereció de inmediato.
Girón Miranda era originario de El Naranjito, Santa Bárbara, trabajó por más de 16 años como jefe regional de Banco de Occidente. En la alcaldía progreseña ya tenía dos años de estar al frente del departamento de compras.
Las investigaciones
Al momento del reconocimiento legal, el cadáver del funcionario municipal estaba de rodillas y boca abajo, los policías y el personal del Ministerio Público encontraron varios casquillos en la escena, cuatro de los cuales impactaron en Girón Miranda. La Biblia que llevaba la víctima tenía tres perforaciones de bala, uno de los proyectiles quedó en medio de las páginas sin impactar en el cuerpo de la víctima. Además portaba su celular y cartera con dinero y documentos personales.
Ante el hallazgo, la Policía descarta el robo como causa del crimen, y señala que el motivo puede estar relacionada con algún problema personal del ahora occiso con alguna persona.
“Descartamos que la muerte sea por asalto, la hipótesis más fuerte es que se puede tratar de una enemistad que tenía el fallecido”, dijo Alex Reyes, jefe de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) en El Progreso.
Familiares del extinto negaron que este haya tenido problemas personales, ya que por muchos años asistía a la iglesia Sala Evangélica de la ciudad y era un hombre de bien. “No se metía con nadie, se dedicaba con responsabilidad a su trabajo”, expresó una hermana del empleado municipal.
Roberto Zelaya, gerente de la Municipalidad progreseña, pidió a las autoridades que investiguen el crimen y se castigue al culpable, “es una pena que la violencia siga segando la vida de personas honestas. Rolando era como un hermano para nosotros, muy responsable en su trabajo, hemos perdido un gran elemento en la administración municipal, pedimos que se haga justicia”, expresó. Parientes del extinto trasladaron los restos a Santa Bárbara, adonde será sepultado.
