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Acribillan a niño hondureño por negarse a ingresar a una mara

  • 27 agosto 2016 /

El menor cayó enmedio de la carretera a Olancho, a inmediaciones de la colonia Villa Unión.

Tegucigalpa, Honduras

Era un niño de 14 años que se ganaba la vida trabajando de manera honesta, pero supuestamente negarse a ingresar a una mara le costó la vida.

Héctor Johan Cantillano Ávila, quien realizaba trabajos de jardinería en las colonias Flor 1 y Flor 2 de Comayagüela, murió a causa de siete disparos en diferentes partes del cuerpo a manos de integrantes de una pandilla que opera en la colonia Villa Unión.

Adolescentes
El sangriento hecho fue cometido por dos adolescentes de 14 y 15 años que residen en la misma colonia, según los testigos que presenciaron el crimen.
A eso de las 11:00 am de ayer, el menor caminaba por la calle principal de la colonia ubicada en la salida a Olancho, cuando fue interceptado por los delincuentes, quienes le dispararon en reiteradas ocasiones hasta quitarle la vida.

El cuerpo quedó tirado boca arriba en uno de los carriles de la transitada vía de comunicación y a pocos metros del cadáver estaban siete casquillos de arma nueve milímetros.

El joven residía cerca de donde los delincuentes lo mataron, hasta donde llegaron los familiares, entre ellos la madre, quien aseguró que lo habían amenazado que lo iban a matar “porque no se metía a la mara”.

En este sector de la capital opera la pandilla MS- o 13 y los integrantes son sindicados de cometer una serie de delitos en contra de las personas del sector.

Hechores

Según testigos, el crimen fue ejecutado por dos menores entre 14 y 15 años.

Casi de inmediato los agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar del crimen y acordonaron el área, lo que provocó un fuerte congestionamiento vehicular en la carretera a Olancho.

La madre del menor, quien no se identifica por seguridad, rompió en llanto al ver muerto a su hijo, el mayor de los cuatro que procreó.

Al ser interrogada por los agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), la humilde mujer decía: “Si ustedes quieren agarrarlos (a los criminales), están en aquella casa verde, entre esa casa rosada”.

El escondite de los supuestos hechores del crimen estaba a unos 300 metros, por lo que los agentes de inmediato se trasladaron al lugar en busca de los responsables, sin éxito.

Una hora más tarde, personal de Medicina Forense y la Fiscalía llegaron a reconocer el cadáver.

El cadáver fue trasladado a la morgue capitalina donde se le practicó la autopsia y horas más tarde fue entregado a sus familiares.