16/04/2024
06:49 PM

Argentino vivió 10 días en aeropuerto Toncontín

  • 10 abril 2016 /

Tegucigalpa, Honduras.

El argentino Eduardo Balducci verá por fin a su hijo.

Balducci que convirtió el aeropuerto Toncontín en su hogar durante diez días, al más puro estilo del filme La terminal, de Tom Hanks, ya duerme cómodamente en un hotel.

Autoridades de la Embajada de Argentina en Honduras llegaron hasta la terminal, trasladaron a Balducci a un hotel e hicieron las gestiones para que pueda tomar un vuelo a Argentina el martes 19 de abril.

Su historia conmovió a los lectores. Durante diez días, Balducci vivió en el aeropuerto Toncontín, de Tegucigalpa, durmiendo en el suelo y alimentándose de la caridad. El hombre, quien inició un viaje terrestre como mochilero desde ese país solo para encontrarse con su hijo en Argentina, fue víctima de un robo que lo obligó a quedarse en Honduras.

“Yo emprendí un viaje desde México hacia Argentina, hice el paso normal por Honduras, cuando estaba en la frontera con Nicaragua, llegando a Guasaule, tengo la mala suerte de confiar en alguien para dejarle la maleta para ir al baño y cuando decido pasar a Nicaragua, me doy cuenta que no tenía ni un centavo”, dijo el argentino.

Balducci labora como guardia de seguridad privada en México y para ahorrar decidió hacer el recorrido por tierra, sin imaginar lo que le depararía el destino.

“Cuando me di cuenta que no tenía dinero decidí pedir que alguien me trajera aquí al aeropuerto y desde entonces sobrevivo con lo que la gente me da, los hondureños son gente muy buena, me han abierto los brazos”, dijo Balducci.

Ahí en el aeródromo capitalino vivió en carne propia la historia de la película La terminal, en la que Viktor Navorski, protagonizado por Tom Hanks, un ciudadano de Krakozhia, un país ficticio parecido a una nación de la antigua Unión Soviética, se queda varado en el aeropuerto John F. Kennedy, luego de que explota una guerra civil en ese país y no puede regresar porque Estados Unidos no reconoce su nacionalidad.

Al igual que Navorski, Balducci sobrevivió a esta experiencia de película haciendo uso de los baños del aeropuerto, recibiendo comida de los viajeros y aseándose en una ducha prestada.

Agradecido

Tras conocerse la historia del viajero se constató cómo se ganó el cariño de grandes y pequeños. Y, a pesar que nunca había estado en Honduras, el gran corazón de los catrachos lo conmovió. “Todos son muy agradables, cuando me vaya, Honduras se va en mi corazón; de verdad, gracias por todo, espero volver un día y retribuir un poco de lo que me dieron”, expresó.

El hombre se desplazaba con toda libertad por el aeropuerto y, según él, hasta se convirtió en guía de muchas personas.

“Yo conozco ya aquí, la gente se portó superbién conmigo y yo me voy muy agradecido con todos”, manifestó.

Afirma que Honduras se va en su corazón. “Lo mejor de un país es su gente y Honduras es grande porque su gente es noble y buena”, dijo.