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Arvizú, de simple pescador a uno de los más buscados por la DEA

  • 08 febrero 2016 /

San Pedro Sula, Honduras.

De bajo perfil, Juan Carlos Arvizú Hernández (39) pasó a ser de un simple pescador en La Ceiba, Atlántida, a uno de los más buscados por la Administracion para el Control de Droga (DEA), por ser una pieza clave en el operar de varias organizaciones de narcotraficantes en Honduras.

Según la DEA, Arvizú se convirtió en el líder de una corporación transnacional que introdujo un buen porcentaje de cocaína que desde Colombia por las vías aérea y marítima llegaba a Honduras, con la que obtuvo fuertes ganancias.

La Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) había investigado algunos movimientos del operar ilícito del extraditable que lo vinculaban con las actividades de narcotráfico en las zonas de Colón y Atlántida.

Fue un equipo de la DEA el que constató los movimientos de Arvizú en 2013, cuando se estableció su relación con los miembros del cartel de los Cachiros, los Valle, los Mexicanos y Carlos el Negro Lobo, así como con organizaciones locales que operan en Gracias a Dios, Islas de la Bahía y Copán.

“Los primeros datos que como DLCN obtuvimos del operar de Juan Carlos Arvizú datan de 2004 cuando fue detenido junto con unos policías en Colón por la privación de una persona. Fue condenado y su actividad como transportista de drogas toma fuerza en 2009”, aclaró un agente.

Juan Carlos Arvizú Hernández es considerado por la DEA como el cerebro para introducir sin sospechas la droga al país.
Cómo operaba

Sus vínculos con los carteles locales datan de 2009. Nunca trabajó asociado, Lanchita operaba de manera individual y era especialista en coordinar las llegadas de avionetas y lanchas desde Colombia con fuertes cargamentos de drogas, los que entregaba a la organización criminal que lo contrataba.

Montó una estructura que se especializó en burlar la vigilancia y en identificar aliados dentro de los operadores de justicia para evitar ser blanco de operativos y capturas.

“Lanchita llegó a manejar los contactos, las rutas y las transacciones a nivel internacional. Desde pequeños aviones lanzaban la droga en la frontera con Nicaragua en la región de Gracias a Dios, adonde las embarcaciones la llevaban a tierra para trasegarla a diferentes puntos de Honduras”, explicó uno de los investigadores de la Policía Nacional.

Olancho, Colón, Atlántida, Yoro, Cortés, Islas de la Bahía, Santa Bárbara y Copán se convirtieron en los puntos claves para sus operaciones.

Los cuerpos de investigación establecen que Lanchita es el sucesor de Marcos Merren, dueño de varios botes y diferentes comercios en Islas de la Bahía y quien de forma voluntaria se entregó a EUA al conocer que tenía solicitud de extradición, según el informe investigativo.

En el mismo se detalla que después de la entrega voluntaria de Merren, Arvizú tomó el control del tráfico de drogas en esa zona.



Su caída

Los pasos de Arvizú eran vigilados. Los últimos meses un equipo de operaciones especiales e inteligencia de la Policía Nacional lo rastreaba.

Sus movimientos fueron detectados tanto en San Pedro Sula como en La Ceiba, adonde en la residencial La Alhambra, tenía su vivienda. Tras detectar las rutinas, se estableció un plan para capturarlo, orden que emitió un juez natural desde 2015. Bajo total secretividad fue detenido el domingo en la residencial Mabel, de San Pedro Sula.